Si
bien las declaraciones que ayer diera el ex ministro de la
Defensa, no resultaron una sorpresa, en razón de que el
pasado 18 de julio el propio General en su discurso de baja
dejo entrever a grandes rasgos su posición política, para
ésta ocasión llama la atención lo que dejó de decir.
El de ayer fue un acto que por la forma y el tiempo reafirma
las convicciones democráticas de éste General, quien sin
embargo, en el pasado fue uno de los conjurados del Samán de
Güere, en una trama más bucólica-conspirativa que
democrática.
A grandes rasgos Baduel habló ayer de usurpación, de
regresión constitucional, de la violación a los principios
inscritos en la Constitución del 99; de limitación de los
derechos fundamentales, una reforma en cuyo contenido,
ninguno de los artículos propuestos enfrenta los verdaderos
problemas del país. No suministra soluciones al problema de
la pobreza, el desempleo, la inseguridad personal, el
desabastecimiento y la inflación entre otros.
Dijo así mismo el General retirado, que de culminar este
proceso con la aprobación del mismo y por las vías
propuestas por el Presidente y la Asamblea Nacional, se
estaría consumando en la practica un Golpe de Estado,
violando de manera descarada el texto constitucional y sus
mecanismos, e introduciendo cambios de manera fraudulenta y
por procedimientos que no son propios, llevando al pueblo
como ovejas al matadero.
Hasta aquí, nada nuevo que la opinión pública venezolana no
conociera. Baduel, no hizo sino, un repaso reiterativo del
panorama sombrío que a la vuelta de la esquina acecha a
todos y cada uno de los venezolanos.
Pero fiel a su espiritualidad, el ex ministro, cerró su
alocución señalando que “la única arma democrática y legal
que nos queda es votar NO y defenderlo…”
Dicho esto, más allá de la naturaleza idealista de éste
General de tres soles, su incursión en la política activa,
no puede tener mayor futuro, sino se pronuncia en torno a
una situación de hecho, que “usurpa”, de manera reiterada,
el “poder del pueblo”, el cual ya sabe lo que es la pérdida
de “los derechos fundamentales”. Me refiero al derecho a
votar y a elegir.
Llama la atención el silencio que Baduel guardó en torno a
las desiguales y abusivas condiciones electorales a las que
deben someterse los venezolanos ante cada proceso electoral,
que convoca el régimen de Hugo Chávez.
¿Como debemos interpretar dicho mutismo? ¿Estaría el general
Baduel, llamando a votar, para inmediatamente desconocer el
resultado adverso? ¿Tiene éste General retirado la
suficiente representatividad como para en menos de un mes,
desconocer, desmontar y desenmascarar el fraudulento sistema
electoral venezolano?