El
esquema electoral nacional nos invita a una elección
regional –de Alcaldes, Gobernadores y Consejos Legislativos
y etc.- el próximo 23-N. Unos la están viendo como su camino
a la popularidad y al manejo de presupuestos locales y
regionales para su beneficio personal o partidista. El
chavismo lo visualiza como otra oportunidad para aplastar a
la sociedad venezolana, y seguir su saqueo en nombre de una
revolución que no es otra cosa que la ruta de la pobreza y
la injusticia. Sin embargo, los venezolanos ajenos a estas
intenciones egoístas, pueden tener en esta ocasión
electorera, una posibilidad para rescatar su Libertad y su
futuro.
Hay que derrotar, no al chavismo, sino a Hugo Chávez. Al
mandón. Al responsable de la miseria que crece todos los
días y en todas partes. Al culpable de la inseguridad de la
familia venezolana; el de los miles de homicidios que quiere
disfrazar su inepto ministro Rodríguez Chapín. Hay que
reclamar y cobrar el dinero de nuestro petróleo robado y
regalado a otros sátrapas, como Fidel y Raúl, Evo, Correa,
Cristina, Mugabe u Ortega. Hay que salir de esta pesadilla!
y la condición es urgir a los candidatos a tomar en serio el
combate obligado, y cambiarlo de “show” electoral a efectivo
acto de insurrección contra el chavismo. Hay que ir por él!
La primera condición de éxito en este combate a Chávez es la
postulación unitaria de candidatos; que se dé la consigna de
que no se trata de elegir a un opositor sino de derrotar al
de Chávez. En eso tenemos que ser serios y resolver el tema
de los “inhabilitados” de una vez: los que no van, no van; y
los queden fuera, por la maniobra ilegal e inconstitucional
del gran celestino del régimen, el “Rufián”, tendrán que
entender que quedaron en la playa del desembarco, como
escalón de los infantes que seguirán, de los que
proporcionarán la derrota al hegemón; que después tendrán su
puesto electoral de lucha; que el tema no es sólo electoral,
que es libertario. Para esto hay que identificar, con
seriedad, a lo Sociedad Patriótica o Junta Patriótica, el
verdadero objetivo: salir de Chávez. La segunda condición es
cobrar los resultados reales, y no los que quiera proclamar
el CNE de Chávez; y eso significa tomar las calles e invitar
a toda la sociedad a una lucha sin cuartel por la verdad,
hasta con los cuarteles. Esta es la oportunidad y no otra.
Chávez lo sabe y por eso la teme. No dejemos, una vez más,
la decisión en manos de los que nos saben vender; que cada
casa y cada calle tome su puesto, y que cada venezolano tome
sus armas: el voto y su voz. Vamos a sacarnos de encima esta
cuerda de ladrones y falsos políticos, para que nuestra vida
ciudadana sea manejada por los ciudadanos, civiles y
militares. El 23-N es nuestro nuevo gesto de liberación! El
otro 2-D.