Creo
que fue Primero Justicia el partido que inició la campaña de
exigir votar por artículos –al detal – la llamada reforma
constitucional anunciada y presentada por Chávez a su
asamblea; pero esa precisión no interesa porque ha sido
seguida por otros irresponsables en su afán de complacer el
fraude del mandamás que nos gobierna a punta de maletines y
misiones. Si votamos la aprobación como un todo, en
“bloque”, o por pedacitos, como los chorizos, no tiene
relevancia en el momento y riesgo que vive la Patria. Es que
para estos genios políticos, que se abrogan la
representación de los que adversamos este peligroso y
criminal proceso chavista, sería menos mala una reforma que
rechace la reelección indefinida de Chávez aunque acabe con
la Guardia Nacional y destruya el Ejército, la Armada y
nuestra FAV?. O que elimine la propiedad privada, pivote del
desarrollo, pero no apruebe la demagógica propuesta de la
jornada laboral?. En el fondo de esta falsa discusión está
la cómplice actitud de crear un ambiente que fomente la
participación electoral del pueblo. Es una bastarda maniobra
de distracción disfrazada de oposición; sólo está orientada
a crear el ambiente para la concurrencia a las urnas
electorales para complacer, una vez más, a este gobierno
corrupto y felón. Pero en esta nueva oportunidad, los
venezolanos, hartos de tanta majadería y traición, no van a
concurrir a las mesas de votación porque ya las identifican
como las trampas caza-bobos a donde los han llevado tantas
veces abusando de su buena fe. Ya basta!. Se acabó el
jueguito con el pueblo, civil y militar, porque todos votan.
Esa falsa discusión no tiene futuro, no porque la presidente
de la asamblea la haya descartado “democráticamente”: sin
discutirla, sino porque el pueblo elector no va a caer en
esa maniobra, montada por los cómplices de la mal llamada
oposición, en connivencia con el oficialismo.
El problema real no está en la propuesta de una nueva y
maligna Constitución sino en la forma en que la está
afrontando la vocería de la falsa oposición. Cómo es posible
que Primero Justicia, COPEI, MAS, UNT, etc., estén
proponiendo votaciones selectivas, de lo "bueno" y "malo",
con este sistema electoral y el ventajismo fraudulento de
Chávez. Vamos derechito a la tonta discusión de votar o
abstenernos en una consulta electoral cuando la jefatura de
finanzas del equipo electoral oficialista está soportada en
los recursos ilimitados e inauditables del Presupuesto
Nacional y de PDVSA, de 5 televisoras oficiales a su
servicio, un número escandaloso de emisoras de radio para el
mensaje oficial, una presión castrante a las televisoras y
emisoras independientes, un gabinete volcado en equipo de
campaña!, y como broche, un REP adulterado y manipulado, y
un CNE totalmente sumiso a Miraflores, como nunca se ha
visto ni en la época de Suárez Flamerich (1952). Cómo es
posible que ante este panorama se esté pensando en consultas
electorales transparentes y sanas. El argumento absurdo de
que "prefiero votar y que me lo roben, para después
reclamar" es tan suicida como el de que “quiero que me
violen en esa esquina, adonde me advirtieron que eso me
podía pasar, para después poner la denuncia y dejar en
evidencia que hay unos pillos". Es que acaso no se dan
cuenta que el mundo cómplice que nos rodea, desde EUROPA
hasta USA, pasando por Latinoamérica, está esperando nuestra
convivencia con el "proceso" para hacerse el loco y afirmar,
con su pañuelo en la nariz, que "fue decidido en una
consulta electoral formal avalada por ustedes”, a lo muy
celestino de Gaviria y Carter.
Caramba!, hay que plantear la rebelión desde ya, con la
invitación a la no concurrencia a la nueva consulta
perversa que nos ofrecen aun poniendo en juego nuestras
cabezas libertarias. Hay que plantarse y de una vez: No
acompañar más circos electorales ni más payasadas teñidas
de "participación popular". Lo que está en juego son
nuestros principios rectores, emanados del Derecho Natural,
que sostienen nuestra integridad de humanos y ciudadanos, y
eso no se somete a referéndum, ni siquiera por pedacitos,
como han propuesto unos irresponsables de la
“oposición”. Cómo se puede pensar que podemos ir a una
consulta donde se discuta si decidimos vivir en Libertad o
sin ella; si tenemos derecho a escoger nuestra educación o a
procrear, como han negado otras dictaduras comunistas. Los
voceros de la “oposición complaciente” son muy amigables
pero no son los hombres para este momento. Más confianza nos
da la resolución de nuestros muchachos de la Universidad que
están tocando los puntos de fondo y saben que estamos en
manos de unos malandros que no respetan la opinión del
pueblo, y por eso busca el chavismo, en primera instancia,
adulterar la voluntad popular, pervirtiendo las
Instituciones Rectoras, para después desconocerla, si hace
falta, por la vía de la fuerza. No nos queda otra opción que
repetir, al igual del 4 de diciembre de 2005, la
demostración más palpable de rebelión que hemos dado al
dejar solos a los tramposos en su engaño electoral: ni el
mandamás respeta esa espuria asamblea a la que no la deja ni
hacer las leyes, y es el hazmerreír del Mundo.
El problema hoy no es
Chávez sino la dirigencia incapaz de la "oposición
oficialista".