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la huelga fria
Luis DE LION
Jueves, 9 de Enero 2003

No pretendo hacer creer que la huelga general, en su segundo mes de existencia se esté enfriando producto del punto muerto que se vivió durante la última semana del año 2002. Cuando digo huelga fría, busco paralelos con la llamada guerra fría, en virtud y dada la imposibilidad - por ahora - que una de las partes logre sobreponerse a la otra. En la fatua campaña electoral del 98, los crímenes de corrupción de los gobiernos anteriores habían al menos, constituido un propósito inquebrantable entre los " aliados "; de chiripero pasábamos a una marabunta dispuesta a eliminar los azotes de la corrupción. Los propósitos de ésta alianza millonaria en votos eran demasiado divergentes, al tiempo que el para entonces "comandante amigo de todos" mostraba ya las costuras de su precariedad como estadista, por lo que creer en una convivencia prolongada de ésta marabunta en el ejercicio del poder, era como comenzar a creer en el niño Jesús a los 40 años; esto lo dicen quienes nos oponemos a Chávez desde el mismo 4 de febrero de 1992.

Dicho esto, volvamos a lo que vinimos; Carlos Ortega presidió el comienzo del paro, hasta que PDVSA abrazó la parálisis y le puso el carburante socioeconómico necesario para que el movimiento opositor se plantara como un polo. El gobierno, presidido por un militar - por su parte - reacciona, colocando una cabeza de playa en el corazón mismo de PDVSA, y mientras aprenden a sacar y vender petróleo, avanzan la frontera imaginaria hasta La Campiña. Nótese que hasta aquí, ambos polos se muestran políticamente desnudos, de allí que se desprecie la negociación, al punto de considerarla como un gesto de debilidad. En consecuencia, la mesa de negociación y acuerdos, paga los platos rotos dado que la marabunta que antes mencioné es hoy en día una centrifuga que destruye cualquier embrión político. Al tiempo que, la bipolaridad de ésta huelga fría no da cabida a posiciones intermedias; la tensión se instala y las partes buscan sus respectivos equilibrios estratégicos, en un ambiente alterado por los actos de violencia y la escasez.

El gobierno pega primero, desplegando trampas de riesgos calculados; multiplicando los puntos calientes con el fin de contener los avances del adversario y así disuadirle que marchando hacia puntos neurálgicos se produciría un conflicto de mayor envergadura. En consecuencia, y antes de pasar al acto se despliega la batalla de la disuasión; por una parte el estado de excepción; de la otra el artículo 350 de la Constitución; ambas son bombas atómicas, solo mata democracias. De esa manera nos adentramos en la ciénaga del terror, en donde el gobierno esgrime un precariamente redactado plan cívico militar, donde su transcriptor o creador (novato del año Powerpoint), habla del día D y la hora H, como quien juega Playstation. Por su parte la oposición, lanza la versión desobediencia tributaria, imposible de llevarla a la práctica; a menos que cierren los bancos, los automercados y se paralice el transporte.

Como en la guerra fría, mas allá de los polos enfrentados hay un tercer mundo, me refiero a los millones de venezolanos que llevan mes y medio en la calle. Ese tejido social está alterado, deformado y lógicamente desesperado. Los venezolanos condicionados por ambos bloques, no soportan la idea de ver crecer una tensión cotidiana, que nos aparta a todos de nuestra pacífica y vernácula psicología colectiva. Ese mestizo colectivo, siempre ha tenido una ventana abierta al mundo; de allí la frustración, cuando constatamos que dicha costumbre no tiene la reciprocidad que la urgencia exige; con el agravante, que esa displicencia internacional habría sido comprada - en algunos casos - con el dinero de todos los venezolanos.

Sin embargo, insistimos en crear un entorno internacional que conduzca a la supervivencia de las partes en conflicto. En ese sentido la sugerencia que el periodista español Miguel Angel Aguilar le hace a Milagros Socorro en su columna del Jueves 9 de Enero; en cuanto a " la conformación de un grupo de ex mandatarios europeos e iberoamericanos que se instalarán en Venezuela para conversar con representantes de todos los sectores, para "hacer de diván" luce infinitamente mas realista, que aferrarse a ésta destructiva dinámica de huelga fría. Como tampoco es menos realista, el editorial de Tal Cual del Miércoles 8 de enero al considerar que " La crisis desborda al gobierno y asfixia al país" y en ese sentido se pregunta Teodoro Petkoff si "¿La FAN no tiene nada que opinar al respecto?"  
luisdelion © 2003