¡ Qué
Juana La Loca ni qué ocho cuartos! Doña Juana Realidad se
tongonea lejana. Sabe de su levedad e ingrávida se desvanece
a plena luz del sol. Con su cara muy lavada, al día
siguiente, aparece como si hubiera dormido plácida pero en
verdad vive para el insomnio. Es invasiva y con licencia de
"yonofuí" atraviesa cualquier ambición. No hay resquicio que
evada sus turbas jabonosas. Penetra sin ser invitada a
cualquier armagedón. Hormigas o moscas son pera en dulce
frente a su impávida insistencia. Arruga no importa qué
vanidad. Implacable es su alevosía que no deja huellas ni
cédulas de identidad. No cobra sueldo; no compite con Dios.
Es ella y punto.
Pero Misia Juana Realidad además da para todos. Es
democrática en obsesión. "Historia" la llaman los que
pretenden con genuflexión ganar su confianza otorgándole
títulos honoríficos que ella no busca.
Así le inventan métodos, se le arriman desde todos los
ángulos, le propinan leyes para controlar sus veleidades
pero ella sabe que todo es cuento hasta que no sucede y eso
le da ventana de sorpresa. Ella es más bien histriónica,
implosiva. Se autoelimina en el instante de su ocurrencia,
parece pero no es, y además no ofrece resistencia en su
gelatinoso palpitar. Se deja retratar, serena, y junta la
comisura de los labios para esbozar una cierta sonrisa sin
dejo de ironía. Su sinceridad es a toda prueba. Regueros de
sangre o ignominia cotidiana no la desvelan. La mentira no
es materia incluida en su agenda. A lo dicho, la verdad
tampoco; la justicia menos. No tiene madre o padre ni nadie
a quien mentar. No posee dirección o intensidad. No siente.
No hay brújula para localizar su errancia ni ancla para
evitar su puerto.
Y así, desde la lámpara ineficiente que soy, trato de
adivinarla y me pongo microscópico y la encuentro en
gerundio más bien como lonja de fiambre en noticieros y
periódicos. Y pasa hoy, mientras usted quiere saber de la
vida de Doña Juana Realidad, que en China se celebran los
Juegos Olímpicos (¿se acuerdan de la Plaza Tiananmen de
Beijing?); Rusia invade a Georgia cual oso fúrico; Evo
Morales triunfa en Bolivia aunque pierde en Santa Cruz de la
Sierra, etcétera, y hasta en su natal Oruro donde también
nació, cómo olvidarlo, el gran cantante Raúl Shaw "Moreno";
Fidel Castro cumple 82 años en trusa deportiva, y Chávez,
aquí en este rincón del universo, se burla de la decisión
popular del 2 de diciembre, tuya, mía y del que no también,
e impone, a la machimberra, 26 leyes usurpadoras de la
voluntad general y además inhabilita, a través de su maraña,
a ciudadanos que pudieran tener éxito político en las
elecciones del próximo 23 de noviembre. Sin casualidad
encuentro en "Tal día como hoy" que para esta misma fecha,
en 1943, el pueblo de Asquerosa, en Granada, España, cambia
su nombre por el de Valderubio "ya que produce los mejores
tabacos rubios de la vega de dicha provincia". A todas
estas, ella, Doña Juana Realidad, nos pica el ojo compinche
desde la calle de enfrente y se descalza.