El arranque de la precampaña, una vez inscrito los
candidatos a la Presidencia de la República en el CNE, ha
llevado a Henrique Capriles a establecer contacto con
decenas y centenares de miles de votantes que lo reciben en
avenidas y calles de las principales ciudades del país,
mientras Hugo Chávez se ha refugiado en Miraflores, desde
donde utiliza cadenas abusivas de radio y televisión para
entrar en contacto con los electores que no ven ni oyen las
emisoras de radio y televisoras gubernamentales.
Las banderas
fundamentales del candidato a la reelección, Hugo Chávez,
no las ha podido concentrar en la defensa de la obra
realizada por sus funcionarios respectivos, por la
ineficiencia y la corrupción que hasta el propio Comandante
Candidato lo denunció en uno de sus desaparecidos ¡Aló
Presidente!, mientras que el candidato de la Alternativa
Democrática, Henrique Capriles ha concentrado sus baterías
precisamente contra la ineficacia y la corrupción de esos
mismos funcionarios, aunque desde hace meses el Presidente
de la República ha pretendido colocar en el escenario de
discusión los efectos perversos o favorables de su
enfermedad.
El
Comandante en Jefe pretende también colocarse en el centro
del debate y convertir las elecciones en un nuevo
plebiscito, en el que se vota por él o en contra de su
mandato. Y aunque algunos ingenuos puedan caer en la trampa
plebiscitaria, Capriles Radonski ha reiterado sus banderas
democráticas al salir en defensa de la descentralización
casi liquidada por el autoritarismo del Presidente, y por la
solución de los problemas sociales y económicos que se han
agravado por la incapacidad y corrupción de la mayoría de
los funcionarios gubernamentales.
No
hay dudas que en esta confrontación en las regiones y
municipios cuyos habitantes han adquirido un mayor nivel de
conciencia, expresada en querer participar de verdad en la
solución de los procesos administrativos y hasta en la
elaboración de los presupuestos para sus jurisdicciones
respectivas, Capriles Radonski puede enfrentar con éxito al
candidato oficialista que no sólo no consulta a sus
subalternos, sino que también los obliga a defender el
nombramiento a dedo de autoridades ejecutivas paralelas a
los gobernadores y a los alcaldes
De
allí que entre defender obras inconclusas, en cuyas
contrataciones prolifera el cobro de comisiones ilícitas, y
una legislación centralista, inconsulta, autoritaria e
inflacionaria, el candidato del oficialismo tiene más cerca
la derrota que la posibilidad de permanecer por los siglos
en el cargo. Por primera vez el Comandante Presidente y
Candidato luce seriamente deteriorado física y
espiritualmente y no ha podido salir del Palacio de
Miraflores y del Fuerte Tiuna, limitado a una campaña
mediática en cadenas nacionales de radio y televisión
ilegales y ventajistas, porque los medios gubernamentales no
los ve ni los oye más del 10% de los electores.
Henrique Capriles no sólo ha logrado movilizar gran parte
del país político y avanza en una carrera ascendente hacia
el poder, sino también, desmentir con la presencia de
centenares de miles de venezolanos que lo vitorean en las
calles, algunos resultados de encuestas tarifadas que ponen
al candidato del gobierno en primer lugar.
La
ventaja que ha alcanzado el candidato de la Alternativa
Democrática en estos últimos días, planteando a los
venezolanos la solución de los problemas más graves que
confrontan, especialmente los más pobres, pero también la
clase media y el sector empresarial por las expropiaciones,
invasiones de fincas y robo de la propiedad privada al no
cancelar a sus dueños de las empresas estatizadas el valor
de las mismas, puede hacerse irreversible si no se cae en el
triunfalismo y todos los demócratas, desde su esfera de
influencia contribuyen a consolidar la victoria, apoyando y
no sólo criticando lo que pueden ser posibles fallas de la
campaña de la oposición.
Y
aunque es evidente la fortaleza de Capriles Radonski para
encabezar una campaña de titanes, por lo que está en juego,
que es el futuro del país, de nuestros hijos y nietos, los
demás candidatos desde el Alcalde Metropolitano,
gobernadores y alcaldes deben mantener una permanente
movilización a favor del candidato presidencial, en todas
las ciudades del país. No deben esperar que llegue Capriles
para movilizarse. En manos de todos está la seguridad del
triunfo.