¡Castígalos! por
Juan Páez
Avila
lunes, 17
noviembre
2008
Los
estudios de opinión muestran que los independientes alcanzan
casi un 50% del electorado. Este grupo, que se inclina
mayoritariamente hacia posiciones opositoras, decidido a
votar, podría dar un duro golpe a los candidatos
oficialistas. Está demostrado, estadísticamente, que muchos
resultados electorales a nivel mundial están influenciados
por una concurrencia masiva a las urnas para castigar a
pésimos gobiernos desgastados por años en el poder.
El presidente ha intentado convertir el evento electoral del
23N en plebiscito interviniendo, personalmente con recursos
públicos, en la contienda a favor de sus candidatos. Pero la
gente entiende que el principal culpable de la catástrofe es
el propio presidente y su pobre juicio para escoger
colaboradores regionales y municipales que no creen ni
defienden la descentralización.
El discurso desenfrenado del jefe de estado, el abuso
excesivo de las cadenas eufemísticamente llamadas “avances
noticiosos”, y los regalos en las barriadas populares para
intentar aplacar el descontento, son evidencias que el
oficialismo teme un deslave electoral que cambiaría la
correlación de fuerzas en el mapa político.
El mal gobierno se comprueba por su incapacidad para
resolver los problemas sociales sentidos por la gente, como
la inseguridad, el alto costo de la vida que evapora los
aumentos salariales y el desempleo fruto de la paralización
de las inversiones. A este panorama nada halagador se añade
el deterioro de los servicios públicos estatizados, el
fracaso en la construcción de viviendas de interés social y
un abastecimiento de alimentos que hace agua debido a la
improvisación.
Las fuerzas democráticas se encaminan a una indiscutible
victoria que le permitiría ganar hasta ocho gobernaciones y
ciento cuarenta alcaldías. El secreto de este resultado
anticipado es votar masivamente contra años de despilfarro y
mal gobierno. No perdamos la oportunidad ¡castígalos!