A
nombre de la Juventud que hoy ocupa el principal escenario
político en el país, Yon Goicoechea llamó a la unidad de los
venezolanos de todas las tendencias ideológicas, incluyendo
a los chavistas democráticos, a cerrar filas en las calles y
en las urnas electorales el 2 de diciembre para decirle NO a
la Reforma a la Constitución Nacional propuesta por el
gobierno, como el único mecanismo democrático que tenemos
los votantes para garantizar a todos los ciudadanos un
futuro de convivencia civilizada, alternabilidad en el
ejercicio del poder y posibilidades de eliminación de la
pobreza que afecta a millones de compatriotas.
Aunque
haciendo las excepciones de rigor, el joven Goicoechea
responsabilizó a la generación que fue capaz de fundar el
sistema democrático en las últimas 5 décadas de nuestra
historia contemporánea, de no haber realizado las reformas
necesarias para consolidarlo, y como consecuencia de ello
crearle condiciones al intento de regresión militarista,
excluyente y represiva que amenaza con perpetuar en el poder
a un caudillo autocrático por la gracia del ventajismo
oficialista que ejerce descarada y desproporcionadamente y
mediante subterfugios electorales.
Sorprendido porque a los 23 años de edad tuviera que asumir
la responsabilidad de llamar a la unidad de los demócratas
para tratar de impedir la imposición de un régimen
autoritario, ratificó la decisión de la juventud de
continuar a la vanguardia de una lucha cívica y pacífica
para decirle en las calles y en las urnas electorales, NO a
la reforma antidemocrática. Y ante la gravedad de la amenaza
del totalitarismo, del pensamiento único, de la pérdida de
todas las libertades ciudadanas, expresó estar dispuestos a
convocar, después del 2 de diciembre, a una Asamblea
Nacional Constituyente con la participación de todos los
venezolanos, que siente las bases para la reconciliación
nacional.
El
mensaje democrático, unitario, expresado por Yon Goicoechea
en el auditorio del diario El Nacional, en representación de
una juventud que ha emergido al combate político en momentos
cruciales para la libertad y la convivencia de los
venezolanos, tiene el sentido histórico de la autenticidad
que una nueva generación aspira imprimirle a la vida
democrática de la sociedad que han heredado. Creo que
merecen ser oídos, escuchados y apoyados.