“Los universitarios salimos a la
calle en defensa de la libertad y de la democracia, que
sentimos amenazadas. El cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV)
y la amenaza del presidente Chávez de suprimir la autonomía
universitaria fueron los detonantes del despertar
estudiantil, sin libertad de expresión no hay libertad”,
declara Jon Goicoechea, dirigente del movimiento que en una
semana de protestas pacíficas puso al descubierto las
costuras de un régimen anquilosado que quedó sin argumentos.
La primera vez que los venezolanos vieron a Jon Goicoechea
en Globovisión –el único canal que mantiene una voz crítica-
quedaron prendados de aquel joven que además de brillantez
en sus argumentaciones mostraba madurez, valentía y, algo
muy escaso en este país, una acusada sensatez. Como
representante de la Universidad Católica Andrés Bello
(jesuitas), se convirtió en portavoz del movimiento
estudiantil.
-¿Por qué los estudiantes salen ahora a la calle pese a no
haber hecho una sola protesta durante los ocho años del
mandato de Chávez?
- Nuestra bandera es la defensa de la libertad de expresión.
Con el cierre de RCTV sentimos que se perdía un espacio
importante de libertad. Salimos a la calle para exigir que
la emisora vuelva a transmitir. Sin libertad de expresión no
hay democracia. La libertad está en peligro en Venezuela. En
la marcha nacional del pasado miércoles, en el campus de la
Universidad Central se colocó una gran pancarta con sólo la
palabra libertad. Esas ocho letras resumen el sentido de
estas marchas y explican nuestra defensa de la democracia.
RCTV no es un caso único, es una coyuntura en un marco
crítico para la libertad de expresión.
-Chávez tacha a los estudiantes de golpistas. Dice que
quieren desestabilizar al Gobierno.
-El presidente no tiene otra respuesta que llamarnos
golpistas. Pretende descalificarnos, pero su discurso es
vacío, repetitivo, ya no convence a nadie. No somos
golpistas, y él lo sabe. No gritamos contra el presidente,
no pedimos su salida del poder, no pretendemos derrocarle.
No protestamos para desestabilizar al gobierno sino para
defender a la patria y a la democracia. Nuestro movimiento
es pacífico. La violencia conviene a algunos para justificar
la represión. Hemos introducido una forma innovadora de
lucha. Pedimos libertad de expresión, de protesta, de
manifestación. Defendemos la autonomía universitaria que nos
quieren quitar . En definitiva, defendemos la libertad. Un
gobierno que no respeta los valores de la democracia y que
toma el camino de la imposición, siempre nos va a encontrar
de pie. La defensa de la democracia es más importante que
aprobar un examen parcial.
-El presidente Chávez les acusa de “peones del imperio”.
-Esas palabras del presidente ofenden a los venezolanos.
Somos los primeros en apoyar la soberanía del país. Chávez
incurre en la vieja forma de hacer política, descalifica al
adversario con insultos y no con razones. Quiere destruir a
los que nos movemos por principios. Esa manera de actuar ya
no tiene credibilidad. Fue una irresponsabilidad que el
presidente convocara a la gente de los barrios populares a
enfrentar a los estudiantes.
-¿Venezuela se encamina hacia una dictadura?
-Desde el momento en que en Venezuela se irrespeta la
Constitución y el ciudadano no puede defender sus derechos
ante un tribunal de Justicia imparcial hay que pensar que
vamos hacia una dictadura. Las condiciones se están dando.
-El profesor Antonio Pasquali advierte sobre la cubanización
de las comunicaciones y denuncia que técnicos cubanos emiten
el documento nacional de identidad y los pasaportes de los
venezolanos que contienen un chip con mucha información.
-Si fuera así sólo podría calificarse de traición a la
Patria y de violación a la soberanía nacional.
-De la noche a la mañana usted se ha convertido en un
dirigente famoso que despierta expectativas. ¿Cómo asume
este papel?
-Aquí no hay un líder único. El movimiento lo dirige un
colectivo de estudiantes que ganaron las elecciones
universitarias. Por cierto, los chavistas las perdieron
todas. Ahora buscamos la coordinación nacional con todas las
universidades del país. Yo asumo mi papel con humildad y,
responsabilidad.
-¿Cómo ha madurado tan joven?
- Mi vida no ha sido fácil, de joven tuve que afrontar
dificultades. Eso me hizo madurar y crecer internamente. Mi
abuelo Jon Goicoechea, con quien viví mi infancia, me formó.
Y sigo educándome en la universidad de los jesuitas. Mis
abuelos me inculcaron buenos valores. Con ellos hice en 2004
una visita a Gordejuela, Vizcaya, su pueblo natal. Fue un
viaje muy emocionante.
-¿Qué sentido tiene estudiar Derecho en un país donde se
irrespeta la ley?
-Soy un apasionado del Derecho, y confío en que con el
esfuerzo de todos podamos cambiar las cosas. ¿Si la Justicia
está secuestrada por el ejecutivo? Los ilustres juristas
Eduardo García de Enterría y Manuel García-Pelayo sufrieron
exilio y la represión franquista. Hoy sus textos se estudian
en todas las universidades. Los estudiantes queremos que se
restablezca el Estado de derecho. Luchamos por transformar
Venezuela a largo plazo, no salimos a la calle por una
coyuntura del momento. En sus 200 años de independencia en
Venezuela nunca se ha alcanzado una verdadera República, con
ciudadanos libres e igualdad de oportunidades. A largo plazo
queremos una Venezuela que rompa con el curso que ha seguido
el país entre militarismo, caudillismo, deficiencia
administrativa y división social. Confío en que este
movimiento estudiantil desemboque en un gran comienzo, en
una regeneración de valores en una nueva Venezuela. Aunque
se acaben las marchas, el movimiento seguirá adelante porque
nació para generar conciencias y difundir valores de
democracia y libertad.
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Artículo
publicado originalmente en el diario La Vanguardia,
España |