Después de dejar de lado las
recomendaciones de Armando León y Rodrigo Cabezas, quienes
aconsejaban que el gobierno no interviniera en ese mercado
porque el mismo era marginal, el Ejecutivo optó, a comienzo
de este año, por actuar con firmeza para bajar el precio del
dólar en el mercado paralelo. Lo hizo empleando el remanente
de notas estructuradas que mantenía el Ministerio de
Finanzas para entonces. Ello permitió bajar la cotización
desde Bs/US$ 6.500 en diciembre de 2007 hasta Bs/US$ 3.300 a
mediados de marzo de 2008.
Una vez que se agotaron las
notas estructuradas, el dólar comenzó de nuevo su escalada
sostenida hasta alcanzar valores de finales del año 2007.
Sin embargo, últimamente la tendencia ha sido a la
disminución, no obstante la declinación de los precios del
petróleo y el hecho de que Cadivi está restringiendo la
entrega de divisas preferenciales. ¿A qué obedece esa caída
del precio del dólar paralelo? Un factor explica ese hecho.
PDVSA y Fonden están vendiendo divisas de forma sistemática
en ese mercado, violando lo establecido en el Convenio
Cambiario, que establece que todas las divisas deben
transarse al tipo de cambio oficial. Se sabe de los apremios
de caja de PDVSA y sus deudas acumuladas, por ello ha
recurrido a ese mercado para rentabilizar sus dólares. Para
ello se sirve de dos casas de bolsa con las cuales realiza
esta práctica cuestionable, con el consiguiente reparto de
las comisiones a que da lugar ese negocio. Lo mismo hace
Fonden para obtener recursos en moneda nacional y con ello
financiar sus gastos. Es decir, el gobierno devalúa el
bolívar en los hechos y propicia la especulación cambiaria.
Esta práctica corrupta y
corruptora se hace frente a un Directorio del Banco Central
disminuido, inerme, desmoralizado y sin autoridad para poner
orden en el mercado cambiario. Espero que el BCV no sea
cómplice de estas operaciones.