Inicio | Editor | Contáctenos 
 

PDVSA en rojo
por José Guerra
lunes, 25 febrero 2008


El gobierno de Hugo Chávez pretende usar la disputa entre PDVSA y EXXON MOBIL como un elemento de distracción de la crisis interna de Venezuela, atizando un faso nacionalismo y acusando de ser agentes del imperio a quienes han cuestionado la conducción negligente, ineficaz y corrupta de Rafael Ramírez al frente de nuestra principal industria. Ha sido un ritornelo la denuncia por parte del gobierno de las condiciones del arbitraje internacional para la resolución de los conflictos entre PDVSA y las compañías petroleras que se instalaron en Venezuela con motivo de la apertura petrolera iniciada en 1997. Sucede, sin embargo, que fue el mismísimo Hugo Chávez quien en abril de 2005 con motivo de la emisión de bonos de la deuda pública en dólares coordinada por JP Morgan y Citgroup, autorizó para que cualquier controversia judicial relativa a esa emisión se dirimiera según las leyes del estado de Nueva York, como una forma de darle seguridad a los inversionistas. Se trata, evidentemente, de un farsante, de alguien que miente demagógica y compulsivamente.

Ahora el zar del petróleo en Venezuela, Rafael Ramírez, ha dicho que quieren volver a las negociaciones con Exxon para procurar un arreglo amistoso y que atrás había quedado la bravuconada de cortar el suministro de petróleo a los Estados Unidos. Con motivo de la querella entre PDVSA y Exxon hay quienes piensan que por tratarse de una agresión del imperio no se debe mencionar la situación operativa y financiera de nuestra industria petrolera. La verdad hay que decirla y la realidad es que PDVSA viene atravesando por un trance difícil. Sus cifras de producción anual no las cree nadie medianamente informado, al punto tal que según el Banco Central de Venezuela (BCV), el producto interno bruto (PIB) petrolero tiene diez trimestres consecutivos de caída o estancamiento, a pesar de que Rafael Ramírez habla de un aumento de la producción. Todavía más, en 2007, como se hace evidente en el gráfico, de acuerdo con el BCV el producto petrolero cayó 5,3%, cifra incontrovertible que desnuda la realidad de nuestra industria. Lo cierto es que PDVSA pasó de producir mas tres millones de barriles de petróleo a menos de dos millones y medios y lo más grave de todo es que entre 2005 y 2006, sus costos operativos aumentaron de US$ 51.000 millones a más de US$ 60.000 millones, al tiempo que la nómina saltó desde 32.000 trabajadores en 2005 a 44.000 trabajadores en 2006. Esto no lo puede explicar nadie razonablemente, el caso de una empresa que produce menos, gastó más mientras que emplea más personas. Por si lo anterior no bastara, PDVSA está endeudada hasta los tuétanos: en tanto que en 1998 su deuda era alrededor de US$ 5.000 millones, la misma saltó a US$ 16.006 millones en 2007, sin contabilizar los pasivos laborales por más de US$ 7.000 millones y lo que tendrá que pagar por compensaciones a las compañías demandantes. PDVSA está cambiando las reservas petroleras por efectivo con clientes chinos. Es una empresa donde se está invirtiendo muy poco, al punto que en 2006 el gasto asistencial excedió al de exploración y producción de petróleo, con la consecuente disminución de su potencial de producción. Todo ello ha ocurrido porque con un Estado quebrado institucionalmente como el venezolano, el presidente Chávez optó por hacer de PDVSA el ministerio de la asistencia social, el ministerio de educación y al mismo tiempo vendedor de leche, caraotas y verduras, a través de PDVAL. Mientras esto ocurre, la empresa ha abandonado su misión y se ha concentrado en el activismo politiquero, su nómina está hinchada de una burocracia ineficiente y campea el nepotismo, el tráfico de influencia, la segregación política, el financiamiento a actividades partidistas y consecuentemente, la corrupción. Deseamos que en el arbitraje con Exxon salgan favorecidos los intereses nacionales, pero ello no puede ni debe tapar el lamentable estado operativo y financiero de nuestra industria. Llegó la hora de hacer el balance de PDVSA sin que surja la descalificación como argumento.


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.