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Venezuela: país sin cifras
por José Guerra
miércoles, 9 julio 2008


Quienes siguen el curso de las políticas públicas en Venezuela enfrentan una dificultad muy seria: la carencia de datos estadísticos con la frecuencia y oportunidad apropiada para el análisis. Una fuente tradicional y fundamental en materia económica ha sido el BCV, tanto por la calidad de su personal técnico como por el rigor en la aplicación de metodologías de aceptación universal, todo lo cual se tradujo en una credibilidad incuestionable. Sin embargo, al observarse los datos proporcionados por el BCV se aprecia un marcado deterioro tanto en  la cantidad y variedad de información como en lo concerniente a la oportunidad de las publicaciones, máxime ahora cuando las ediciones digitales han desplazado a las impresas y de esa manera facilitado la puesta en circulación de la información, literalmente en tiempo real.  Las carencias estadísticas de un sector público destruido por la politiquería fue suplido por los aportes del BCV hasta el punto que las cifras del BCV abarcaban prácticamente todos los ámbitos de la economía haciendo olvidar que en Venezuela existía un Instituto Nacional de Estadísticas. De esta manera, sin ser de su competencia el BCV procesaba las estadísticas de inflación, finanzas públicas, balanza de pagos, encuesta industrial, entre otras, sencillamente porque los entes del gobierno no estaban en condiciones de hacerlo. Cada pieza estadística que el BCV transfirió al gobierno para su  elaboración significó que las estadísticas se dejaron de producir o su retraso las hace inservibles.  

Vale mencionar el caso de la encuesta industrial donde se reflejaría la situación de la manufactura al discriminarse el valor de su producción, los establecimientos comerciales por tamaño y el número de empleados, entre otros datos. La confección y publicación de dicha encuesta fue traspasada del BCV al INE y el resultado es que ahora Venezuela no cuenta con una encuesta de ese tipo de manera oficial y esa falla, afortunadamente, la cubre Conindustria, la cámara que agrupa a las empresas manufactureras privadas. Algo similar puede decirse de las estadísticas fiscales de Venezuela, tradicionalmente a cargo del BCV. Al crearse una unidad especializada en esa materia en el Ministerio de Finanzas, el BCV se desprendió de su publicación y, al igual que el caso anterior, las estadísticas fiscales salen a la luz pública con un retardo tal que se pierde su utilidad.  

Un caso dramático lo constituye la producción de petróleo y las exportaciones de ese bien. Antes se publicaba información semanal sobre los indicadores fundamentales del negocio petrolero. Actualmente, PDVSA y el Ministerio de Energía y Petróleo optaron por un silencio informativo al negarse a publicar las cifras relevantes de la industria  petrolera nacional con la oportunidad requerida. En el cuadro que sigue se presenta una radiografía del estado de indicadores fundamentales claves para el seguimiento de la coyuntura económica. 

Cuadro
Situación de la publicación de estadísticas económicas al 2 de julio de 2008
 

Indicador

Ente responsable

Publicación más reciente

Producción industrial

BCV

Marzo 2008

Ventas comerciales

BCV

Marzo 2008

Agregados monetarios

BCV

20 de junio de 2008

Tasas de interés

BCV

20 de junio de 2008

Cuentas fiscales

Ministerio Finanzas

Diciembre de 2007

Producción de petróleo

PDVSA y MEP

Diciembre de 2007

Exportaciones

INE

Diciembre de 2007

Importaciones

INE

Marzo de 2008

El cuadro habla por si mismo. Existe en Venezuela una especie de tiniebla informativa toda vez que las estadísticas de publicación más actual tienen un atraso de un trimestre. La gran interrogante que surge aquí es acerca de la demora del BCV en editar oportunamente indicadores fundamentales como la producción industrial y las ventas al comercio, elementos insustituibles para el seguimiento del acontecer económico nacional. Se sabe del esfuerzo técnico del banco central para la confección de esos datos pero no hay excusa razonable para dilatar su presentación a la opinión pública.  

Para el país es lamentable que el Ministerio de Finanzas, cundido por la corrupción en sus altas esferas, no publique con oportunidad las cuentas fiscales de Venezuela. Ello puede sugerir dos cosas: la primera es que el deterioro institucional del Ministerio  es mayor de lo que se piensa y la segunda es que están ocultando la información. Lo que ocurre con cifras de PDVSA es la muestra palpable del estado de postración de la principal industria nacional, más un centro de activismo político partidista que una corporación petrolera. Como parte del rescate de la institucionalidad en Venezuela hay que rehacer el sistema estadístico nacional, confiriéndole a un INE despartidizado e independiente, competencias y recursos como órgano rector de las estadísticas nacionales.    


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