En
una especie de jugada cómplice con el Gobierno, la directiva
del Banco Central de Venezuela ha realizado unos
procedimientos contables que reflejan dos situaciones
dilemáticas. Por una parte, pueden expresar un
desconocimiento muy grave de prácticas contables
generalmente aceptadas, evento que luce difícil en virtud de
la alta capacitación técnica de los profesionales del BCV
encargados de elaborar los estados financieros de la
institución. Por la otra, se trataría de un intento de
ocultar la descapitalización que está sufriendo el instituto
emisor con motivo de la expoliación de la cual es objeto al
transferirle al Ministerio de Finanzas su principal activo,
las reservas internacionales, con el propósito de que
financie el gasto público. Todo esto ha surgido a propósito
de la publicación de los estados financieros del BCV
correspondientes a junio de 2007, donde ha ocurrido algo
verdaderamente insólito: una instrucción de la
Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras
(Sudaban) del 17 de julio de 2007 ordenándole al BCV la
realización de un asiento contable se aplicó
retroactivamente al mes de junio de 2007 con el objeto de
camuflar el hecho que el BCV registra la pérdida total de su
patrimonio.
Lo que ha hecho el Directorio del BCV entre septiembre de
2005 y junio de 2007 va a pasar a la historia como uno de
los actos de mayor irresponsabilidad y barbaridad desde el
punto de vista de los principios de la contabilidad. Así,
cuando a finales de 2005 se realizó el primer traspaso de
divisas al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), las
autoridades del BCV registraron esa entrega como si fuese un
préstamo del BCV al Gobierno toda vez que el monto aparecía
como un activo del BCV cuando efectivamente ya las reservas
no le pertenecían. Eso es equivalente a una situación en la
cual alguien transfiere un bien a un tercero y cuando
confecciona su balance personal el bien donado sigue
formando parte de sus activos. Y eso se hizo de esa manera
para evitar que frente la mirada escrutadora de los
analistas y del público en general apareciera el detrimento
del patrimonio del BCV, debido a las consecuencias penales
que ello acarrea para quienes propician la descapitalización
del banco central, voluntaria o involuntariamente. Esta
situación de vulnerabilidad del BCV y de pérdida del
respaldo del dinero circulante en la economía, propició una
demanda de nulidad de la reforma de la Ley del BCV en marzo
de 2006, que no obstante la importancia y gravedad de la
situación inflacionaria de Venezuela no ha sido atendida
diligentemente por la magistrada Luisa Estela Morales,
presidenta del TSJ y ponente del caso.
Posteriormente, ante la contundencia de las críticas y las
observaciones hecha a la atrocidad contable descrita, cuando
tocó realizar una nueva cesión de reservas internacionales a
Fonden, se corrigió el entuerto y el BCV reconoció que en
efecto cada vez que cede sus reservas internacionales al
Gobierno ello debe reflejarse como una pérdida de su
capital. Pero la enmienda duró muy poco y de nuevo las
autoridades del BCV perseveran en el error que antes habían
simulado subsanar, apelando esta vez a una muletilla tomada
prestada de Sudaban, al adoptar una instrucción de este
organismo para que se registre como parte de los activos del
BCV la cantidad de Bs.15.339 millardos (US$ 7.134 millones)
que muy pocos saben de que se trata pero todos presumen que
corresponden a traspasos de divisas a Fonden para seguir
alimentando la vorágine de gasto del Gobierno, a costa de
dejar exhaustas las reservas del BCV. Ni siquiera tuvieron
la Sudaban y el BCV la gentileza y el respeto con el público
de explicarle en qué consistió una operación de esa magnitud
que altera radicalmente el balance general del BCV. De esta
manera, realizando los ajustes pertinentes un examen
objetivo de la situación financiera del BCV al cierre de
junio de 2007 pone en evidencia una situación que debe ser
del conocimiento de todos los venezolanos: la
descapitalización del Banco Central de Venezuela como
resultado de las acciones sumisas de un cuerpo directivo más
interesado en preservar sus cargos y sus beneficios
personales que la estabilidad económica de Venezuela. En el
cuadro anexo se resume la verdadera posición patrimonial del
BCV la cual refleja que el patrimonio es negativo, es decir
que el BCV debe más que lo tiene como activos.
Balance General del BCV ajustado
Al 30 de junio de 2007
(Millardos de Bs)
Total activos |
80.674 |
Reservas internacionales |
79.829 |
Moneda nacional |
845 |
Total pasivos |
99.847 |
Patrimonio |
-
19.173 |
Fuete: BCV