En
1967, hace largos 41 años un delgadísimo pelotero panameño
se hizo con el Premio al Novato del Año de la Liga
Americana. ¿Su nombre? Rodney Cline Carew. En esa
oportunidad se impuso sobre otro sensacional jugador, nada
más y nada menos que sobre Reggie Smith. En la Liga Nacional
premiaron con ese galardón a otro futuro Salón de la Fama el
inmenso modelo de pitcher llamado Tom Seaver. La biografía
de Carew nos aporta una peculiar curiosidad: nació en un
tren. Ello pareciera haber sido un anuncio prodigioso de lo
que vendría después, ya que tuvo mucho que ver con su
desenvolvimiento en el mundo de la pelota. Carew, avanzó
como un expreso dejando escrito su legado en el libro de oro
del béisbol. Junto a los hecho por figuras como las de
Roberto Clemente, Luis Aparicio, Tany Pérez y Juan Marichal
: la quinteta de los único Latinoamericanos exaltados al
salón de la fama.
¿Qué hizo tan deslumbrante la actuación de Carew en las
mayores? Más allá de los 3053 hits que diseminó durante 19
temporadas, (que constituye la máxima producción para
pelotero latino alguno) lo verdaderamente impresionante en
él fue esa consistente manera de batear, que se plasmó en
siete títulos de bateo en la Americana (con 15 de sus 19
campañas sobre 300 puntos de promedio), y al hecho de
haberse convertido en 1977 en el pelotero con el mayor
promedio de bateo ( .388) desde que el inmortal Ted Williams
bateara .407 en 1953.. Este registro de Carew solo fue
superado por dos monstruos del bateo de contacto: George
Brett en 1980 con ..390 y Tom Gwynn en 1994 con .394,
integrantes como él de la gloria que termina de dar
Cooperstown a sus elegidos, a manera de confirmación
postrera de su valía y aportes al juego.
La ilustre carrera de Rod Carew además de los siete títulos
de bateo, le proporcionó cuatro lideratos de promedio de
embasados, cuatro de sencillos, tres de hits disparados ,
uno de OPS, dos de triples y un MVP (1977), año en el que
superó a peloteros de la talla de Reggie Jackson, Ken
Singleton, Jim Rice, Graig Nettles , Thurman Munson y
Carlton Fisk..
Si hay alguien se le puede dar el título de heredero de los
grandes bateadores de las épocas legendarias del béisbol
como Ty Cobb, George Sisler, Honus Wagner ,Tris Speaker y
Ted Williams, es a Rod Carew, quién a su vez pasó el listón
a esa generación representada por George Brett, Paul Molitor,
Robin Yount y Tommy Gwynn. En estos últimos tiempos el
testigo de estos artistas del bateo ha sido recogido por el
sorprendente Ichiro Suzuki. y en buena medida por Vladimir
Guerrero y Todd Helton.
Aquel niño, nacido en las calurosas tierras de Gatún
(Panamá), trajo para esta región del mundo a un portentoso
bateador, trajo una de las mejores gestas de toda la
historia del béisbol: la gesta e impronta de Rod Carew.
jamedina11@gmail.com