Variadas, y paradójicas (en
algunos casos), son las lecturas que pueden darse sobre los
recién celebrados Juegos Olímpicos. Una primera y de
carácter nacional es la de una necesaria, verdadera y
profunda revisión de nuestros yerros, salpicados de una
publicidad política ostentosa y contraproducente. El país
amerita a nivel de sus organismos deportivos, una acuciante
y sincera operación de diagnóstico en las distintas
disciplinas, para con ese valioso insumo (que siempre se ha
querido aplicar y siempre termina por no ser aplicado)
elaborar un plan de mediano y largo alcance, que signifique
un real desarrollo del deporte nacional, sentar las bases
para poder caminar con pies propios. A nivel general se
vieron recortadas las distancias entre países, pese al
apabullante triunfo Chino en el medallero.
Pequeñas naciones como Jamaica,
ofrecieron un concierto de potencia, velocidad y despliegue
exultante de capacidad deportiva a través de Usain Bolt y de
Campbell Brown. China organizó los juegos para ganarlos y lo
lograron, relegando a los EEUU (que tuvo en Michael Phelps,
a la gran figura de los juegos con sus ocho relucientes
medallas doradas) a un segundo plano. Para los
estadounidenses fue esta una debacle no anunciada,
paradójica, apenas salvada por el “Drem Team” de Basquet, Phlelps y el Fútbol Femenino (vencedor de las Brasileñas)
que deberán revisar a conciencia. Corea, con 13 de Oro (una
conseguida en la final del Béisbol frente a Cuba) constituye
una inesperada poseedora del puesto siete en el tablero
final, por encima de Japón, Italia, Francia y España . El
gigante sudamericano, Brasil descendió en el número de
preseas doradas (bajó de 5 a 3, respecto a Atenas 2004) ,
bajando del puesto 16 al 23 en la clasificación general,
igual ocurrió con Japón que bajó 7 medallas de oro pasando
del puesto 5 al 8. Muchas medallas se esfumaron, pero no
todo fue descenso, por ejemplo a nivel de Latinoamérica.
México pasó de ninguna medalla de oro en Atenas a un par en
Pekín. Otra debacle fue la sufrida por Cuba, la cual pasó de
9 medallas en Atenas ( puesto 11 en el medallero) a dos en
Pekín ( puesto 27).
Punto aparte debe hacerse en el
desempeño Chino, analistas internacionales coinciden en
afirmar que todo lo cosechado ( 51 medallas de Oro, 21 de
Plata y 28 de bronce) fue el producto de un sistemático plan
trazado ( y magníficamente ejecutado) hace cuatro años. Solo
como referencia puede afirmarse que EEUU ganó el liderato de
medallas doradas en Atenas con 35. China subió de 32 preseas
de oro en Atenas a las mencionadas 51 en Pekín.
Este ha sido Los Juegos de las
debacles, de las sorpresas y de las necesidades de hacer un
alto para repensar.
jamedina11@gmail.com