En
principio la respuesta a la interrogante que sirve de título
a este escrito debe ser un categórico si. Ello debido a las
inmensas similitudes que caracterizan ambos casos, no
obstante en la práctica, en el transcurrir de los días las
aguas no parecen correr por los mismos cauces, sobre todo
considerando que un ex entrenador del “Cohete” declara, bajo
juramento, haberle administrado la sustancia para el
crecimiento y un pitcher, amigo de Clemens, como lo es Andy
Pettitte, acaba de declararse culpable de ese tipo de
consumo en una audiencia ante el Congreso Norteamericano.
¿Qué pareciera estar diferenciando los casos del rey del
Jonrón y del estelar monticulista, más allá de la diatriba
política que en año electoral libran las filas demócratas y
republicanas a todo nivel ?.
En general, todos estamos de acuerdo en que si se comprueba
el uso de esteroides, se tomen las medidas que sean
necesarias para que sirvan de ejemplo y de sana prevención
de nuevos casos, ya lo decían nuestros antepasados “la
muerte no corrige al muerto pero atempera al vivo”. En estos
casos hay que andar con cuidado para no cometer injusticias,
pero también para no entrar en “clemencias criminales”. Otro
aspecto que debe cuidarse es no mezclar un asunto de ética
deportiva con ningún otro aspecto de la vida, mucho menos
con la política ó con lo que pareciera en este caso una
muestra de tenue racismo. Se trata con severidad al
afroamericano y se percibe, entre las costuras de la actitud
de los parlamentarios, una cierta indulgencia, o al menos un
dejo de incredulidad ante los cargos, una ausencia de
unanimidad en la culpa, contrario a la que se aprecia en el
caso de Barry Bonds.
Sus casos deberían ser los mismos, por cuanto ambos (en el
caso de que se compruebe más allá de toda duda) utilizaron
sustancias para mejorar sus condiciones físicas. Y si ello
fue así, no pueden excusarse en el tecnicismo de que, para
el momento de uso de estas sustancias no habían sido
prohibidas en el béisbol. Ello equivaldría a suponer que, si
para finales de la primera década del siglo pasado no estaba
en los reglamentos de béisbol expresamente escrito, que los
equipos no podían dejarse sobornar para arreglar resultados
de los juegos, serviría tal “omisión” como atenuante en el
escándalo protagonizado por “Los Medias Negras de Chicago” y
que costó la carrera y reconocimiento posterior de Joe “Pies
descalzos” Jackson”.
La Justicia debe ser eso, justa. Todos debemos ser iguales
ante la ley. Al meneos ese es el deber ser.
jamedina11@gmail.com