“Si van a poner a estos
muchachos que
usaron esteroides
en el Salón de la Fama, yo tengo
que tener alguna oportunidad”
Pete Rose
Dicen
que la integridad es esa cualidad que hace coincidir
plenamente, lo que se piensa, lo que se dice y naturalmente
lo que se hace. Esta premisa es válida para todas las áreas
y en el caso específico del béisbol cobra una inusitada
relevancia. El pelotero que ha golpeado más hits en la
historia del juego, Pete Rose, fue extrañado del deporte por
el vicio de las apuestas. La sanción lo privó, cual ángel
caído, del seguro ingreso en el templo de los inmortales de
la pelota. Ahora, cuando explota en toda su magnitud el
grueso escándalo del consumo de esteroides, con la nada
ética amplitud en la colaboración de propios y extraños,
asistimos a otro atentado contra la integridad del juego.
Algunos de los más insignes acusados, como “El Cohete”
Clemens, han comenzado por negar la especie. Si el
Comisionado no desea incurrir en una nueva trasgresión a la
integridad, debe de inmediato y con la mayor justicia
posible establecer las responsabilidades y las sanciones,
comenzando por asteriscos para las marcas conseguidas bajo
la nada deportiva influencia de estas sustancias, para luego
concluir con la decisión, de hacer inelegible a Cooperstown
a todo jugador al que se le compruebe vinculación directa
con este lamentable hecho. De no procederse así, se estaría
siendo desleal con el béisbol y al propio tiempo injusto con
Pete Rose.
En la balanza, como terrible telón de fondo, se encuentra de
un lado lo ético, lo íntegro la razón de se del pasatiempo
impregnado de limpieza y competencia sana, del otro, esa
solidaridad automática que tiende a ocultar todo, también
está en este platillo, el mismo afán desmedido de lucro, que
pesa tanto como ese espíritu conservador, que trata de
salvar gloriosas y ahora cuestionadas reputaciones.
Una verdadera papa caliente, tiene bamboleando ente las
manos el Comisionado Selig. El futuro de las grandes ligas,
tal como las conocemos y hemos conocido, depende de como se
resuelva esta cada vez más peliaguda situación.
jamedina11@gmail.com