En
la historia del Béisbol de Grandes Ligas, ha habido insignes
peloteros que, han descollado en el robo de bases. A esta
prodigiosa capacidad de “tomarle el tiempo al pitcher” “dar”
el salto y llegar a la siguiente almohadilla antes del
disparo del receptor, se deben no pocas victorias. Con un
robo, ha comenzado en variadas ocasiones a labrarse el
camino del triunfo y, se han sepultado a equipos bateadores.
Entre estos grandes ladrones, encontramos al versátil (y
dentro de tres años con seguridad, inquilino en Cooperstown)
Ricky Henderson, el jugador que ha estafado más bases de por
vida y en una temporada (y que ha anotado más que otro) en
las mayores. Henderson, domina tanto (y tan abismalmente)
esta categoría de robo de bases que alcanzó un 50% más de
bases (488 bases adicionales) que el segundo jugador en
lisa. Probablemente sea el record de todos los tiempos en,
el que hay tanta holgura. Ese segundo jugador es nada menos
que, el gran Lou Brock, poseedor por varios años de la
marca. En este departamento de destreza y velocidad, también
están nombres tales como los de Billy Hamilton, Ty Cobb, Tim
Raines, Vince Coleman, Eddie Collins, Honus Wagner, Joe
Morgan, Willie Wilson, Bert Campaneris, Otis Nixon, , Maury
Wills, Luis Aparicio (líder de la americana en estafadas por
9 años consecutivos, entre 1956 y 1964) , por nombrar
algunos. En el caso de Luis Aparicio, habría que hacer
especial mención del mérito que tuvo a mediados de los
cincuenta, en reimplantar en el esquema del juego, esa
versátil y no pocas veces demoledora arma del robo de bases,
esa sorpresiva manera de adelantarse al rival. A esta
estirpe se han venido con los años añadiendo nuevas
generaciones de “ladrones”, entre estos es importante
resaltar a Kenny Lofton, Scott Podsednik, José Reyes, Carl
Crawford, Chone Figgins, Juan Pierre y Rafael Furcal.
Examinemos los registros de estos grandes peloteros, en
cuanto a robar bases se refiere:
Jugador |
Bases
estafadas
(corte al 2005) |
Bases
estafadas/juego
(corte al 2006) |
Ricky Henderson |
1406 |
0.46 |
Lou Brock |
938 |
0.36 |
Billy Hamilton |
912 |
0.57 |
Ty Cobb |
892 |
0.29 |
Tim Raines |
808 |
0.32 |
Vince Coleman |
752 |
0.55 |
Eddie Collins |
745 |
0.26 |
Honus Wagner |
722 |
0.26 |
Joe Morgan |
689 |
0.26 |
Willie Wilson |
668 |
0.31 |
Bert Campaneris |
649 |
0.28 |
Otis Nixon |
620 |
0.36 |
Maury Wills |
586 |
0.30 |
Kenny Lofton |
599 |
0.31 |
Luis Aparicio |
506 |
0.20 |
Scott
Podsednik |
227 |
0.36 |
Carl Crawford |
229 |
0.34 |
José Reyes |
156 |
0.36 |
Chone Figgins |
163 |
0.30 |
Juan Pierre |
267 |
0.32 |
Rafael Furcal |
189 |
0.23 |
De las cifras se desprende, la enorme capacidad de robar
bases de Henderson, ratificada por el índice de una estafa
por cada 2,17 juegos, hecho prodigioso y atípico en los
tiempos modernos, en este sentido Rickey, es algo más que un
virtuoso, un predestinado para esta categoría. Difícil
resulta pensar quien pueda amenazar su marca en el mediano
plazo. Igualmente resalta el impresionante registro de Vince
Coleman, quien en sólo 13 temporadas robó 752 bases (un robo
cada 1.88 Juegos). Para la primera etapa del juego (antes de
1900), Hamilton exhibía una cifra descomunal de una estafa
cada 1.75 partidos, la cual contrasta con los registros
modernos que como puede apreciarse no exceden en la muestra,
los 0.38 Bases/juego (un robo por cada 2.63 juegos),
producto probablemente de la mejora en la técnica de
receptores y pitchers, en la conjura de las estafas de las
almohadillas. Kenney Lofton, mantiene un buen promedio (un
robo cada tres partidos) y eso debe darle chance de meterse
entre los mejores de la categoría, teniendo en contra
naturalmente la edad (cumplirá 40 años el próximo 31 de
Mayo). ¿Podrán José Reyes y Scott Podsednik, con su
registros de 0.36, meterse en este selecta elite de
peloteros estafadores, aquella de los grandes ladrones del
béisbol?
Sólo el tiempo lo irá diciendo…
jamedina11@gmail.com