“En la casa había un jardín
donde a tientas
se buscaba la flor celeste o extendidas trinitarias,
muy cerca de la jaula del misterio.
Se avivaba el sietecolores
y yo miraba, ávido, inalcanzables frutas”
Jesús Sanoja Hernández
(Segundo viaje)
Convertirse
en la memoria de esta desmemoriada tierra de gracia, dicen
que fue su misión. Hasta ayer, cuando su corazón venezolano
se detuvo para pasar al oriente de luz y de eternidad. La
Obra de Jesús Sanoja Hernández, este moderno “Funes , el
memorioso”, de aquel famoso cuento de Borges , es asombrosa
y asombra por los descomunal y por lo rica. Periodista,
escritor, ensayista de enjundia, relator de nuestra difícil
historia, estaba a punto de cumplir setenta y siete años el
próximo 27 de Junio. La abrasante tierra de Tumeremo en
Guayana, le recibió en ese día de 1930.
Su vida estuvo marcada por el amor a su tierra , por la
búsqueda política de disminuir las injusticias sociales
(cosa que le tocó varios encarcelamientos y no pocas
persecuciones) y por la sed de saber y de transmitir lo
sabido. ¿Qué otras cosa han hecho los hombres grandes y
generosos?.
La Venezuela pensante y sufriente le extrañará, extrañará su
dedicación y su empuje. A su alma inmortal, en un hasta
luego, estos versos de Sonia Chocrón:
“De todos modos iré sola
cuando llegue la buena hora de aniquilar
la atadura que aprisiona mi cuerpo..”
jamedina11@gmail.com