“Ella, frágil y clara,
ágil y breve.
Es el sueño del hombre que sufre…”
Santiago
Aaron
Su
obra, fue resumida brillantemente por el Dr. Félix Pifano,
cuando lo calificó como “El demoledor de las endemias “.
Hay, definitivamente, hombres que nacen para lo grande, y
entre esta estirpe de seres humanos está incluido, con
sobrados méritos el Dr. Arnaldo José Gabaldón Carrillo
(Trujillo 1999- Caracas 1990). Probablemente la república,
no podrá pagarle nunca el inmenso servicio, que este augusto
científico y médico-humanista le brindó cuando más lo
necesitaba. Gracias a sus infatigables faenas, pudo
erradicar en la Venezuela más precaria esas enfermedades
tropicales que, azotaban con extrema crueldad y no poca
mortalidad a la población más desasistida. Justo, cuando el
paludismo, se enseñoreaba de las regiones más depauperadas
del país, surgió la visión, el tino y la voluntada de este
raigal venezolano, para hacerles frente y vencerlas. Como
Bolívar en Pativilca, el Dr. Gabaldón sólo pensó en vencer.
Comenzando la década de los treinta, se gradúa de médico en
la UCV, y acto seguido, efectúa estudios en Hamburgo sobre
Malariología, especialidad que, empieza a impartir a su
regreso al país, difundiendo los conocimientos que eran
requeridos perentoriamente. Complementa sus conocimientos en
Estados Unidos, graduándose en Ciencias de Higiene, (1935)
en la prestigiosa Universidad Johns Hopkins. Armado con
estos conceptos sanitaristas, desplegó en el país una
guerra sin tregua contra las endemias.
En
su juventud andina, el Dr. Gabaldón mostró una fuerte
inclinación al estudio de la filosofía y de la historia, de
hecho en Caracas obtiene el título de Bachiller en
filosofía. Es de suponer, que muchas de estos conceptos,
fueron amalgamándose a los científicos, para dar como
resultado un ser como en el que se convirtió. ¿O acaso no
hay mejor obra que preservarle la vida a los semejantes en
circunstancias tan desfavorables, como las que prevalecían
en Venezuela a la muerte del General Gómez?. A ese país
atrasado, y de muertes tempranas y precoz merma de las
condiciones de salud, dirigió ese empeño enaltecedor y
creativo.
Cuando se observan las condiciones en las que, de cuando en
cuando recala el país, es cuando se hace patente la falta
científicos y seres humanos de la rica índole del Dr.
Arnoldo Gabaldón Carrillo, el demoledor de las endemias.