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Una cenicienta ecuatorial
por José Alberto Medina Molero
lunes, 19 junio 2006

 

“Cuando la vida se detiene, se escribe
lo pasado o lo imposible”

José Hierro

Tal como afirma el brillante epígrafe de Hierro: o se escribe lo pasado o lo imposible. Precisamente eso es, lo que ha venido haciendo en la justa mundialista la insólita selección de Ecuador. Su desempeño alegre y, desenfadado ha evidenciado el nuevo nivel de su fútbol. Lo que constituye un orgullo para Latinoamérica y, una referencia pedagógica para todos, especialmente para la selección de nuestro patio. Con juego vibrante y, un preciso esquema táctico, Ecuador ha hecho morder el polvo a Polonia, la siempre legendaria escuadra de Latto y Deyna que, deslumbró en Alemania 74. Demolió luego a los “ticas”, selección nada fácil, ni despachable así nada más. Ecuador no es ya ese equipo de trámite y horario. Ha desplegado sobre la cuidada grama de los estadios teutones, el realismo mágico que caracteriza esta parte del mundo, por intermedio de los botines de Edison Méndez, Carlos Tenorio y el “Tin” Delgado, aunados al resto de la escuadra, constituidos en un único bloque de pasión, técnica y coraje.

Han pasado los tiempos en los que, selecciones como Ecuador, eran convocadas como pintorescas comparsas y, victimas propiciatorias de la primera fase del Mundial. Hay un progreso ( que debe ser digno de análisis en nuestros lares), hay entrega, hay esfuerzo, hay oficio, irreverencia, escuela y corazón, mucho corazón, junto a una cabeza fría como las cumbres andinas al momento de definir.

Ahora la zapatilla de cristal tiene forma de botín y patea goles espectaculares. ¡Viva la Cenicienta ecuatorial !

 

 
 
 
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