La patria potestad es el conjunto de derechos y obligaciones que la ley reconoce a los padres sobre las personas y bienes de sus hijos con el objetivo de permitir el cumplimiento de los deberes que tienen los progenitores de sostener y educar a sus hijos.

En Venezuela estos derechos están debidamente contemplados en el Código Civil y la LOPNA (Ley de Protección de los Derechos de Niños y Adolescentes), pero aún en casos extremos, cuando los progenitores incumplen con sus obligaciones y el estado se ve forzado a privarlos de esos derechos, ello debe hacerse a través de procedimientos judiciales, a los cuales, se puede recurrir.  

El gobierno a través de la nueva ley de educación presentada en la Asamblea Nacional, se adjudica la patria de potestad sobre los menores de 20 años. Todas las revoluciones comunistas, desde la soviética hasta la cubana, han asumido la patria potestad, pisoteando los derechos de los padres, y la venezolana, no habrá de ser excepción. El ministro podrá negar esta intención pero la verdad es, que el gobierno revolucionario viene por nuestros hijos.

Esta medida  contra el derecho fundamental de la familia sobre los hijos a quien más afecta es a los padres de niveles socio-económicos más bajos, que dependen en mayor grado, del estado para cubrir las necesidades básicas de sus hijos en educación, alimentación y salud. Esa es la gran estafa que el gobierno revolucionario pretende realizar contra los venezolanos.

Durante cincuenta años niños y jóvenes cubanos han sido educados “por el comunismo seremos como el Ché”, un asesino sin escrúpulos. Estas manipulaciones gubernamentales con niños y jóvenes enfrentan una poderosa enemiga como lo es la voluntad de los padres ganados para la educación libre, la paz y la convivencia humana. No tendrá el gobierno venezolano otra opción, para suprimir la patria potestad, que aplicar la violencia del estado, rechazada por las mayorías.

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