Corto
Circuito por
Juan
Antonio
Muller
lunes, 27
julio 2009
Un
verdadero corto circuito se viene produciendo entre lo que
pretende Hugo Chávez y lo que desea el pueblo. Esta
afirmación se constata en el conjunto de proyectos de leyes
que analizan en la Asamblea Nacional y que conllevan cambios
sustanciales a la constitución sin la participación amplia,
transparente y democrática de todos los actores
involucrados.
Dentro de las normas destacan la Ley Orgánica de Educación,
que intenta la sustitución de la comunidad educativa, por
los concejos comunales y que coloca al estado en situación
de dominio sobre la familia y la sociedad; la Ley de
Propiedad Social, que promueve la colectivización de la
propiedad, sistema dentro del cual desaparecería
definitivamente la propiedad privada; la Ley Orgánica del
Trabajo la que privilegia la instauración de los concejos de
obreros socialistas dentro de las fábricas; la Ley de
Procesos Electorales que permitiría mediante subterfugios la
creación de nuevas circunscripciones y la aceptación de un
registro sin direcciones de los electores, todo lo cual
conduciría a facilitar la arbitrariedad.
Hugo Chávez acaba de ordenar sutilmente que se le habilite
nuevamente para que el poder ejecutivo legisle. El
pensamiento autoritario pretende cambiar la constitución,
pues para el autócrata, la constitución es un estorbo por la
que no siente respeto.
Para detener estas pretensiones que nos afecta a todos los
venezolanos lo indicado es rebelarnos y ponerle un parao.
Inicialmente a título individual, las comunidades
educativas, manifestando su rechazo en las escuelas; los
obreros parando sus labores en sus sitios de trabajo; los
dueños de negocios cerrándolos por breve tiempo y divulgando
en la calle su respaldo a la iniciativa y la propiedad
privada. Este primer paso permitiría luego ir a formas de
protestas más organizadas con el fin de hacer al país
ingobernable mientras subsista la amenaza de implantar el
comunismo en Venezuela.