De
Rodillas por
Juan
Antonio
Muller
jueves, 16
julio 2009
El
presidente Chávez intenta convertirse en dictador vitalicio
de la república. Para su talante militar, no le basta con
tener de rodillas al Poder Legislativo, al Judicial, y al
Moral ahora va por los medios de comunicación social, el
llamado cuarto poder, el poder que los ciudadanos ejercen
sobre la opinión pública, a través de medios independientes.
Los anuncios desfachatados de la fiscal general de la
república, la defensora del pueblo y por último la
presidenta del tribunal supremo de justicia, las dos
primeras a favor de que se apruebe una ley para penalizar lo
que califican de delitos mediáticos y la última amenazando
sin rubor a periodistas que osen preguntarle sobre su
cuestionado proceder al frente de la sala constitucional.
El ex gobernador de Miranda y actual ministro de obras
públicas Diosdado Cabello, sobre el cual pesan serias
acusaciones por su gestión regional, se ha unido al coro
para anunciar la suspensión de concesiones a más de
doscientas treinta emisoras de radio alegando sin razón que
ejercen un intolerable monopolio que debe eliminarse con “el
objetivo de profundizar la revolución”.
La frustración del gobierno revolucionario se origina, en
que a pesar del atropello cometido contra RCTV, a la que no
se le renovó la concesión y le robaron sus equipos, los
nuevos medios televisivos del estado no han podido captar
teleaudiencia debido a su programación desconectada con lo
que atrae y gusta a la gente.
El autoritarismo comunistoide ha continuado con
procedimientos administrativos y multas contra Globovisión y
ya se vienen anunciando reformas a la ley resorte, más
conocida como mordaza por el pueblo, para que el servicio de
televisión por cable se someta a la norma de pasar la
propaganda oficial de manera gratuita y de encadenarse a las
alocuciones presidenciales según los caprichos oficiales.
Todo este cuadro asfixiante intenta poner de rodillas al
Cuarto Poder: misión imposible.