Torpeza
estatizadora por
Juan
Antonio
Muller
lunes, 14
abril 2008
Las
estatizaciones de empresas productivas son una soberana
estupidez: frena las operaciones industriales, afecta la
recaudación del fisco, y crea conflictos internacionales con
graves consecuencias. Este proceder sólo puede explicarse en
aras del deseo de concentrar más poder mientras que unos
pocos vivos se hacen de comisiones millonarias.
Recordemos que Sidor en manos del estado con una nómina de
doce mil trabajadores no alcanzaba a producir dos millones
de toneladas. Privatizada produce más del doble con una
tercera parte de personal. Las cementeras con una capacidad
instalada de ocho millones de toneladas produciendo al 82%
cubren la demanda interna sin dificultad, quedando 400 mil
toneladas para exportar.
La actividad productiva debe operar bajo normas gerenciales
universalmente aceptadas. Desde que Pdvsa dejó de aplicar
los principios de la meritocracia y expulsó a lo mejor de su
personal gerencial y técnico, la industria petrolera no ha
levantado cabeza..
Hace diez años la industria petrolera con una nómina de
40.000 personas, producía 3.5 millones de b/d, exportaba 3.3
millones de b/d, el remanente de 200 mil b/d atendía el
consumo interno. La nueva Pdvsa, cuenta hoy con un personal
de más de 70.000, produce 1.8 millones de b/d por cuenta
propia, las asociaciones de la faja producen unos 600 mil
b/d pero exporta sólo la mitad de antes. Hoy dependamos como
nunca del mercado norteamericano y buena parte del resto
exportable se hace con grandes perdidas patrimoniales para
la nación.
Mientras Trinidad & Tobago explota y opera de manera
eficiente los yacimientos de gas en la compartida plataforma
deltana, la nueva Pdvsa continúa sin producir un metro
cúbico de gas. Además ha puesto en mano de empresas
extranjeras sin tecnología propia, nuestras fabulosas
reservas de crudos pesados y extra pesados lo que vaticina
que la producción de la faja también se verá afectada en muy
corto plazo.
Sí la nueva Pdvsa atraviesa una situación caótica, a pesar
de los altos precios del crudo, es posible pronosticar una
sensible reducción de la productividad en las industrias del
acero y cemento en manos de gente inexperta como resultado
de la torpeza estatizadora.