Votados en
sus respectivos puestos por màs de 3000 miembros del AFI –mayormente
cineastas, historiadores y crìticos- la lista ofrece a 50 hèroes y 50 villanos
que han llamado la atención del pùblico màs que otros, escogidos entre
centenares de candidatos recopilados por un comitè de la AFI. No faltaron los
candidatos, pues en cada película –segùn una vieja regla de oro de
Hollywood- debe aparecer al menos un "bueno" y al menos un
"malo", para que la trama tenga algo de tensiòn. Es interesante
analizar la lista, ya que refleja ciertos prejuicios y gustos del pùblico
norteamericano y quizàs nos ayude a comprender mejor esa cultura.
Los
hèroes y villanos preferidos
Los
primeros lugares son, obviamente, los màs llamativos y reveladores. Como hèroe
nùmero 1 colocaron a Atticus Finch, el abogado que defendiò a un negro acusado
de violación en Matar a un
Ruiseñor. Interpretado por Gregory Peck ,el personaje exhibe una estatura moral
y un coraje poco usuales, afrontando la ira del pueblo sureño con el fin de
liberar a un inocente. El hecho de que este personaje haya superado a Indiana
Jones (en el No. 2), ese simpàtico aventurero inventado y desarrollado por
Spielberg, es tambièn muy indicativo de que un hèroe muy creible y moderno
como Finch, adalid de la justicia, puede tener una mayor popularidad que un
protagonista de aventuras fantasiosas, aunque sea igualmente un hèroe
litdrario.
Del lado de
los "malos" sobresale un personaje psicòtico, que ha llamado la
atención por comerse literalmente a sus vìctimas, un aspecto bastante morboso
del villano que parece haber fascinado a muchos espectadores. Se trata de
Hannibal Lecter, el criminal preso en El silencio de los inocentes, revivido
luego en dos secuelas donde anda suelto haciendo de las suyas. Màs abajo en la
lista està otro desequilibrado mental, el famoso Norman Bates, protagonista de
la película màs vista de Hitchcock, Psicosis, luego explotado por el
intèrprete Anthony Perkins en dos secuelas mediocres donde recae en su aficiòn
criminal en el ya notorio Motel Bates.
Siguiendo
en la lista de los hèroes, no podìa faltar el espìa màs famoso de la
posguerra, el impasible y eficiente James Bond, quien a pesar de su censurable
"licencia para matar" es altamente apreciado por el pùblico
anglosajón, muy pragmàtico a la hora de defender su sacrosanta "seguridad
nacional". Después de 20 pelìculas muy taquilleras sigue siendo el hèroe
màs conocido del cine, certero en sus estrategias e invencible a la hora de
pelear. Para balancear la frialdad de Bond, sobresale en el 4ª lugar un hèroe
memorable, Rick Blaine, el dueño de un night club marroquí que sacrifica el
amor por sus ideales patriòticos, tal como lo inmortaliza Humphrey Bogart en la
celebèrrima Casablanca, considerada la cinta màs romàntica hecha en
Hollywood. Completando el marcador de los cinco hèroes màs populares, no
podìa faltar el valeroso sheriff de A la hora señalada, Will Kane (Gary Cooper
en el filme), quien enfrenta solo a los malhechores cuando todo el pueblo lo
abandona a la hora de la verdad.
En el lado
de los villanos, se ubica en el nùmero 3 un personaje sin rostro, el malèfico
Darth Vader de La guerra de las galaxias, quien sigue aterrorizando a la
princesa y sus amigos en las
secuelas. En el nùmero 4 destaca un personaje poco
conocido por los pùblicos de hoy, la Bruja Malèfica de El mago de Oz, quizàs
el símbolo de todos los villanos, y quien se interpone a la felicidad onìrica
de la ingenua muchacha. Y en el quinto lugar figura la impasible enfermera
Ratched de Atrapado sin Salida, que evita la liberación del cuerdo McMurphy
(Jack Nicholson) del manicomio.
Buenos y
malos de la vida real
Muy
revelador es el hecho de que muchos hèroes de la vida real salen en la lista de
los 50, signo de se aprecia sus logros en un paìs donde el èxito es la
aspiraciòn màxima. Podemos nombrar a T. E. Lawrence, quien lidera una revuela
àrabe contra los turcos; a Oskar Schindler, el salvador de judìos; a Butch
Cassidy y el Sundance Kid, forajidos que –curiosamente- salen en la lista de
hèroes, al igual que sucede con Thelma y Louise; Gandhi, Espartaco y Moisés,
tres personajes històricos fieles a sus principios libertarios; el
desafortunado Lou Gehrig, beisbolista-estrella de los Yankees; la pareja de
periodistas Woodward y Bernstein, que destaparon el escàndalo Watergate; el
polèmico general Patton; la luchadora social Erin Brockovich; el Sargento York,
un autèntico hèroe de guerra; y finalmente dos detectives: Serpico, quien
sacrificò la vida en su campaña contra la corrupción, y ‘Popeye’ Doyle ,
el incansable perseguidor de narcotraficantes. En el lado villano, sin embargo,
salen apenas cuatro personajes reales, tales como, el despiadado oficial nazi de
La Lista de Schindler; el cruel capitàn Bligh, del Motìn del Bounty; y la
pareja de asaltantes Bonnie y Clyde. Aparentemente el cine de Hollywood prefiere
a sus personajes reales del lado de los buenos y les encanta inmortalizarlos en
la pantalla de plata, evitando glorificar a los malos.
En el
campo de la ficciòn
Varios
personajes de ciencia-ficciòn y de comiquitas sobresalen entre los 50 de cada
lado. Asi, del bando de los hèroes vemos a Han Solo y Obi Wan Kenobi, ambos de
Star Wars (mientras el personaje central Luke Skywalker no sale en la lista); el
temible Terminator, que, curiosamente tambièn figura como villano; mientras los
populares hèroes de comiquitas: Robin Hood, Superman, Tarzàn, Zorro y Batman
aparecen en ese orden de preferencia. En la bando de los malos, ademàs de Darth
Vader, estàn la computadora HAL-9000 (aparecida en 2001), el monstruo de Alien;
luego, el hombre destructor de Bambi; el sangriento conde Drácula; y el
criminal Guasòn de Batman. Pero no podìan faltar los temibles
"marcianos", en un puesto honroso, signo de que tantos filmes de ‘marcianos
hollywoodenses’ han surtido efecto en crear cierto clima de paranoia en ese
paìs (y en el exterior tambièn).
Entre
los hèroes de ficciòn que se destacaron estàn los luchadores sociales Norma
Rae, el estibador Terry Malloy (de Nido de Ratas), el líder Tom Joad (de Viñas
de Ira), el padre Flanagan (de Ciudad de los muchachos), y el jurado No.8 (de
Doce hombres en pugna). Los policías y detectives, siempre admirados en ese
paìs, no se quedan atràs y destacan el implacable Harry ‘el sucio’ (Clint
Eastwood), el investigador privado Philip Marlowe, el policía negro Virgil
Tibbs (Sidney Poitier), y la detective Clarice, quien figura 5 puestos por
debajo de su rival, Hannibal el canìbal. Curiosamente, tambièn salen dos
animales famosos en la lista, pero mientras Lassie aparece en No. 39 del lado de
los hèroes, el agresivo tiburón de Spielberg fue màs popular, y destaca entre
los villanos màs cèlebres del celuloide en el No. 20.
Leyendas
y psicòticos
Un hèroe
mìtico de los western, John Wayne, no podìa faltar en algún papel de
justiciero del Oeste, asì que escogieron al personaje de Rooster Cogburn en
True Grit , aunque el ‘Duke’ tuvo mejores papeles. Una leyenda como Alan
Ladd es recordado por su rol como el matòn reformado de Shane, mientras un mito
del cine y símbolo del self-made man, el boxeador Rocky, recibe altas
calificaciones. Otra leyenda, el simpàtico vagabundo de Chaplin, no es
olvidada, aunque aparece en un puesto inferior, signo de que su cine ha pasado
de moda en la era sonora y electrònica.
Del lado
villano, abundan personajes psicòticos como la intrigante Alex de Atracción
Fatal, el joven rebelde de Naranja Mecànica, el brutal asesino de Cabo de
Miedo, el desequilibrado de El despertar, el perseguidor de La noche del
cazador, el gangster de Blue Velvet, la agresiva fanàtica de Misery, sin
olvidar famosos villanos como Michael Corleone, el hijo del patriarca de la
familia mafiosa, aunque el personaje de Brando, curiosamente, no figura.
Haciendo un
balance, los hombres salen mucho màs que las mujeres en ambas categorías, pues
apenas 5 fèminas salen en la lista de 50 hèroes, pero 13 mujeres figuran en la
de villanos, un dato curioso que merecerìa ser estudiado. Asimismo, un solo
personaje negro sale en cada lado de la lista, y un solo hispano tiene
figuraciòn como villano (el narcotraficante de Cara Cortada), algo que podrìa
indicar poco aprecio por las minorìas. En fin, aunque no todos estaràn de
acuerdo con la selección de la AFI, tenemos un retrato del siglo pasado en
cuanto a las preferencias del norteamericano en el delicado tema del bien y el
mal, que segurante interesarà tanto a moralistas como a sociòlogos y
psicòlogos. Mientras tanto, con los trozos de esas películas, los cinèfilos
se dieron un banquete de nostalgia en ese programa, que seguramente se
retransmitirà en otras oportunidades para beneplácito de los que se lo
perdieron esta vez.