La masacre de Madrid es una trágica
advertencia de que el terrorismo global existe y no es solo una caprichosa
invención del presidente George Bush.
Donde mas se ha sentido la onda expansiva de las
bombas en trenes de Madrid, es en Estados Unidos, sobre todo después del mensaje
de una organización árabe que se atribuyó el atentado en un mensaje a un
periódico árabe en Londres, donde amenazaba que el próximo sería en algún punto
de la superpotencia. Expertos en seguridad indicaron al Washington Post
que los trenes en EE.UU. estaban fácilmente expuestos a este tipo de ataques.
El terrible atentado planteó para el electorado de
España una complicada ecuación; si los autores eran de la enloquecida
organización separatista ETA, entonces la votación de un pueblo ya solidamente
democrático y pacifista, podría favorecer a Mariano Rajoy, el candidato
designado a dedo por Aznar. Pero, si se demostraba que era Al Queda o el
terrorismo islámico, el pueblo español demostraría su desagrado con la política
de Aznar de comprometerse sumisamente a Bush con la ocupación de Irak,
comprándose la hostilidad del mundo árabe islámico con el que España ha tenido
tradicionales buenos vínculos.
Y, de éste modo, la oposición ganaría, encabezada
por el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza como presidente del
gobierno, en lugar de Aznar.
‘’La verdad antes de votar” gritaban
manifestantes hasta la noche del sábado, cuando ya ETA había negado su
participación en el ataque terrorista del 11 de marzo y existía una proclama del
grupo terrorista Abu Hafs al Masri, que se había difundido desde Londres e
incluso había sido publicada en la prensa española, indicando que este "golpe
doloroso a España es parte de un viejo ajuste de cuentas con el cruzado aliado
de Norteamérica en su guerra contra el Islam".
Ya a la medianoche del sábado, el gobierno de
España a través del vocero Angel Acebes, admitía que existía un video, en el
cual, un vocero de Al Qaeda se atribuía la autoría del acto terrorista.
Entretanto, la policía española ya había capturado a cinco personas, tres de
ellas árabes de Marruecos. La noticia, no podía ocultarse más. No era ETA. Era
Al Qaeda. No era el terrorismo separatista vasco. Era el terrorismo global
islámico.
Otra consideración importante, a nivel global, es
que este ataque -cualesquiera que sea el autor-, se hizo contra una España que
hoy por hoy es una de las democracias dinámicas del mundo, con importante rol en
la Unión Europea y buscando fortalecer la presencia de la comunidad
Iberoamericana como una de las potencias cantantes de la nueva globalidad,
tendiendo un sólido puente entre Latinoamérica y Europa.
Y es por este atentado que España nos duele hoy a
todos, más que nunca.
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