La verdad es
que el señor José Miguel Insulza, Secretario General de
Organización de Estados Americanos no tiene un pelo de
vergüenza cuando le toca asumir los problemas que atraviesan
los diferentes países de la región, éste señor le importa
mas lo que pueda pasarle a los presidentes, que los daños
que esos mismos presidentes le puedan ocasionar a los
pueblos.
Los casos de
Honduras y Venezuela es un ejemplo clarito. Como los
militares sacaron en calzoncillos a Manuel Zelaya de su casa
sin disparar un tiro y lo pusieron en el aeropuerto de Costa
Rica, inmediatamente el señor José Miguel Insulza formó un
zafarrancho en la OEA y en menos de 48 horas sacó a Honduras
del Sistema Interamericano.
En cambio el
Alcalde Mayor de Caracas, Antonio Ledezma y el resto de los
gobernadores que no comparten la mal llamada revolución
bolivariana tienen diez años denunciando los abusos del
gobierno de Chávez y los señores de la OEA y mucho menos el
señor Insulza, durante ese tiempo han volteado a mirar para
otro lado.
Gracias al
sacrificio realizado por Antonio Ledezma al declararse en
huelga de hambre indefinida para reclamar respeto a las
leyes y el cese a los atropellos contra los trabajadores de
la alcaldía Metropolitana, especialmente la suspensión de
los salarios durante mes y medio a mas de 22 mil
trabajadores, a quienes pusieron junto a su familia a pasar
hambre durante ese tiempo.
El alcalde
Antonio Ledezma se declaró en huelga de hambre el viernes 03
de julio a las 11 de la mañana en la sede de la OEA en
Caracas y no fue sino el martes 07 que el señor Insulza se
comunicó por teléfono con Antonio para manifestarle que
nombraría una comisión para que estudiara la situación
jurídica de Venezuela, poniendo en peligro de manera asesina
la vida de Ledezma.
Lo cínico
del señor Insulza, es que después que hablo con Ledezma por
teléfono y le prometió que nombraría la comisión jurídica de
la OEA, inmediatamente declaró a los medios internacionales
que en esa materia era muy poco lo que podía hacer la OEA,
porque los estatutos de esa Organización no podía meterse en
los problemas jurídicos internos de los países.
Permítame
recordarle señor Insulza, que el espíritu de la Carta
Democrática de la OEA es la de preservar y proteger el
sistema democrático en el Continente y cuando un presidente
de cualquier país, por mucha legitimidad de origen que
tenga, no debe promover actos que vayan en contradicción con
la constitución nacional de ese país, porque precisamente
ese tipo de actos pone en peligro la democracia.
Señor Insulza,
le recuerdo que el señor Hugo Chávez ha violado la
constitución nacional de Venezuela cuando le quitó la
administración de puertos y aeropuertos a los gobernadores,
a pesar que nuestra constitución establece claramente que
esa función es de las gobernaciones, mantiene una ley que
restringe la libertad de expresión y el derecho a recibir
información y desde hace tres meses mantiene un golpe de
estado continuado contra el alcalde Antonio Ledezma, a quien
le han quitado todos recursos económicos y casi la totalidad
de las funciones como gobernante.
Señor
Insulza, hoy el gobierno de Chávez se prepara para incautar
86 emisoras de radio A.M y 125 FM, tal como lo hizo con
RCTV en 2007, la televisora más antigua del país, a quien no
solo le quitó la señal, sino que le quitó los equipos de
transmisión y hasta la fecha no le ha pagado ni un centavo.
Igualmente
señor Insulza, quiero recordarle que el señor Manuel Zelaya
quiso hacer en Honduras lo mismo que ha hecho el señor en
Venezuela, pero afortunadamente en Honduras hay separación
de poderes y funcionaron para cortarle las alas a Zelaya
para evitar que siguiera violando la constitución y lo
echaron del poder.
Señor
Insulza, lo que el alcalde Antonio Ledezma y los
gobernadores de oposición al gobierno de Chávez, lo que le
plantean a la OEA y que usted descalifica diciendo que no se
puede meter en el cambio de la legislación interna de los
países, es similar a lo que le plantearon el resto de los
poderes de Honduras y que usted no quiso intervenir a tiempo
y mire lo que pasó.
Señor
Insulza, quiero recordarle que hay tres reglas fundamentales
para el buen funcionamiento de la democracia. Primero,
elecciones libres y transparentes, segundo, plena libertad
de expresión y tercero, legitimidad de funcionamiento, que
ningún presidente se considere que está por encima de la
constitución y atropelle los derechos humanos. Si alguna de
esas reglas falla, la democracia empieza a cojear y se
convierte en otra cosa que no es democracia.
geron2ff@gmail.com