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gasolina joven
por Charles Cholaleesa
Miércoles, 26 de Marzo 2003


El jueves cuando llegamos a Sepang, en los pits solo se hablaba de la guerra en Iraq, que recién comenzaba; incluso se temió por la realización del GP de Malasia. Hasta que Ecclestone en persona negoció con el alto gobierno, para que las condiciones de seguridad fueran garantizadas y de esa manera el domingo en la mañana unos 700 hombres armados, acompañados de perros detectores de explosivos, conformaron el escenario para un gran premio un poco fuera de contexto, en un país mayoritariamente musulmán, bajo un régimen islámico dicen algunos que "moderado".

Apenas se dio la partida, en la segunda curva de la carrera, Trulli, sufría las consecuencias de un Schumi a quien se le había olvidado como manejar dentro de un pelotón, por un momento nos hizo recordar a Sato. ¿Qué le estará pasando a la Ferrari y a Schumacher?

Las previsiones meteorológicas de la scudería prometían una tormenta para la mitad de la carrera, hoy nos preguntamos sino habrá sido la Bridgestone con sus cauchos no aptos para los calores infernales, quien hizo circular el rumor

Felizmente, Fernando Alonso con sus 39° grados de fiebre, administró muy bien, tanto su pole position, como el handicap de su monoplaza al que le faltan unos 100 caballos de fuerza; Renault anuncia que estarán disponibles para el GP Mónaco. La inferioridad en cuanto a velocidad de punta se paga caro en la fórmula 1.

Sin embargo el repotenciado MP4-17D 2002 y la primera victoria de un Raikkonen que aprende de sus errores, le otorgan entre Australia y Malasia, a la McLaren Mercedes unos puntos que valen oro; antes del GP de Imola donde se supone debutará el nuevo Ferrari F2003-GA.

En cuanto a rapidez se refiere, Montoya sigue siendo fiel a sí mismo y nuevamente marcó la velocidad máxima en carrera, llevando su BMW a 317.2 Km/h, mientras en los pits la prensa alemana se interesaba más por la presunta infidelidad de la hermosa esposa de Ralf, que por la performance de los motores BMW y Mercedes.

Para quienes estaban hartos de la dictadura de la Ferrari y de Schumi, deben estar hoy complacidos por los resultados de la operación libertad que emplazó Max Mosley, con su nuevo reglamento. Sin embargo, a mi parecer el campeonato está aún muy joven como para determinar, si lo que hemos visto en los dos primeros GP es fruto del nuevo reglamento o es el comienzo del fin de la dictadura Ferrari.