Juan
Pablo II, ha ejercido uno de los pontificados
mas largos de la historia; tras 25 años de reinado cabría preguntarnos si
éste papa viajero habrá realmente hecho avanzar a la iglesia católica, o todo
lo contrario.
Karol
Wojtyla, se formó espiritualmente en los tiempos del nazismo y del comunismo;
sin embargo una vez convertido en Juan Pablo II, reformuló la estrategia de la
iglesia frente a dictaduras tanto de derecha, como comunistas. Dicha actitud,
habría hecho olvidar las palabras de Stalin: « ¿Cuántas divisiones,
tiene el papa? »
Sin
embargo, en medio de los innegables exitos que haya podido obtener el papa; hay
cuatro objetivos que no fueron logrados; los dos primeros, el no haber podido
visitar ni China, ni Rusia; tercero la imposibilidad de reconciliarse con los
judíos y cuarto su decimonónico mensaje sobre la sexualidad, la mujer y la
natalidad. En éste ultimo punto, Juan Pablo II, mostró de manera reiterada su
oposición a la modernidad; veto absoluto al sacerdocio femenino, en contra del
aborto, y contra cualquier medio de contracepción. Como son muy pocos los
católicos que le obedecen, su obstinada actitud pareciera ser percibida por el
Vaticano mas como una profecía, que como un real fracaso.
Mas
de un millardo de católicos habitan el planeta y de ellos casi la mitad viven
en América Latina, por lo que podríamos suponer que el futuro de la iglesia
católica está en el Sur, donde además abundan los tradicionalistas. En el
hemisferio sur, la iglesia católica, está en perfecta sintonía con la
sociedad y viceversa. Son Europa y América del Norte, las regiones que más
escandalizan al papa, casualmente las mas desarrolladas del planeta.
Pero
el papa, pareciera haber asegurado la continuidad de su conservadurismo, al
haberse hecho rodear de Cardenales, que piensan igual que él.
Así
las cosas, el 15 de octubre, comenzó la campaña por su sucesión en el
Vaticano. Las reglas sucesorales del derecho canónico – muy rigurosas –
prohiben que mientras el papa esté con vida, se postulen candidatos. Sin
embargo, en el semiconclave que se está desarrollando en Roma, es casi seguro
que se dejen entrever candidatos y programas electorales. Los entendidos dicen
que deberán batirse el « frente italiano » contra el « frente
hispanoparlante ». El lobby italiano, parece estar decidido a recuperar el
monopolio papal que ejerciera durante cinco siglos. Para ello los europeos
disponen de 23 electores, contra 24 de parte de América Latina, muy a pesar de
representar el lobby latinoamericano a la mitad de los fieles.
Los
apostadores, colocan al Cardenal de Milán Dionigi Tettamanzi, como favorito a
la sucesión.
No
obstante, el espiritu viajero de Juan Pablo II, así como su sentido del espectáculo,
junto a su interminable world tour de 25 años; le han permitido el lanzamiento
desde la estratosfera ecleciástica de directivas y líneas de conducta, las
cuales en la practica cualquier persona seria y razonable las considera sino
estúpidas, al menos un tanto represivas. En consecuencia esa gente que aún
asiste a sus multitudinarias misas, y adquieren sus numerosos productos
derivados, parecieran ser mas unos turistas, unos fans, que unos fieles.
Por
ello cabe preguntarse, si tiene futuro la iglesia que va a dejar Juan Pablo II,
si estará dispuesta la iglesia católica, al igual que cualquier otra
institución a aprender a vivir en permanencia y sintonia con el mundo real.
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