Habrá que comenzar desde cero, el Ferrari F2003-GA le impone un nuevo standard a la F1 y las reformas de la FIA ya forman parte del pasado. En consecuencia, ya todos podemos imaginarnos cual será la pauta del resto de la temporada.

Sin embargo, para quienes aman o detestan a Schumacher, el Gran Premio de Austria demostró que el campeón alemán no le ha robado nada a nadie. El sábado en las calificaciones error colosal de pilotaje en el primer sector del circuito por parte del campeón del mundo y la pole al final del recorrido. El domingo, incendio durante el reabastecimiento y victoria. ¿Quién le dará un parado al dúo infernalmente ganador que constituyen Ferrari y Schumacher?

Todo reabastecimiento en F1 es un acto riesgoso, recordemos el Benetton de Verstappen que se incendio en el gran premio de Alemania en el 94.

El incidente de Austria comenzó con el primer reabastecimiento de Barricello, para quien debió utilizarse el material previsto para Schumacher, y reutilizarlo en la vuelta siguiente para el propio alemán. Aparentemente, una cierta cantidad de combustible se quedo en la gruesa manguera, el cual se escapó justo al momento de la conexión, y se volatilizó al entrar en contacto con el fuerte calor que despedía el escape del motor. Felizmente la maestría de los mecánicos de Ferrari y la calma cual monje tibetano de Schumacher, fueron gestos admirables.

Así las cosas, el primer lugar que aún conserva Raikkonen en la clasificación de pilotos, no es mas que un espejismo, a menos que el tan esperado nuevo McLaren MP4-18, sea todo lo revolucionario que Ron Dennis promete. Habrá que esperar hasta la carrera de Canadá.

En cuanto a los Renault, la escudería no se había hecho ilusiones para éste fin de semana, en razón de la altura de Spielberg. Nada que ver con el festivo ambiente del que fuimos testigos, la semana pasada en el paseo de La Castellana en Madrid, donde el publico asistió masivamente a la exhibición organizada por Renault, para así ver a Alonso y su bólido, rugir en esa gran arteria de la capital española.

Del lado de Williams-BMW, si creyéramos solo en el optimismo a toda prueba de Montoya, el cual no duda en sacarlo a relucir delante de los periodistas, la escudería del colombiano estaría en primer lugar de la clasificación. Pero la realidad nos indica que los motores BMW, por ahora, no carburan con el optimismo de Montoya.

Por cierto que la estricta legislación fiscal austríaca, instalo varios funcionarios en los pits, los cuales se encargaron de recolectar en las diferentes escuderías, el impuesto que se cobra en ese país a la gasolina importada, 4.07 euros por cada 1000 litros, en resumen cada escudería debió pagar la módica suma de 9 euros.

En todo caso para la próxima carrera, seguro no habrá inspectores fiscales; el paraíso fiscal monegasco hace que el ambiente en los pits del prestigioso gran premio de Mónaco se parezca mas a una junta de vecinos, en virtud de ser la ocasión en que se reúnen no solamente los pilotos quienes en su mayoría viven en Mónaco, sino también un grupo de ricos y famosos igualmente habitantes del principado.