Inicio | Editor | Contáctenos 
 

¿Democratización del espectro?
por Fernando Luis Egaña
viernes, 24 julio 2009


     El ministro Diosdado Cabello afirma que 27 familias tienen el control de casi el 30% de las emisoras radiales del país. Si ello fuera cierto, sería preferible a que un solo individuo --el señor Chávez, alcanzara el comando directo del 40, 50, 60 o más por ciento de los medios respectivos. Lo que sería el efecto de transmutar 240 frecuencias activas y plurales en una misma señal de la denominada "Radio Popular", según la propuesta miraflorina. En Barinas, por lo demás, una solita familia, ¿cuál será?, controla la casi totalidad de los medios de comunicación.

 

      Porque de eso se trata la curiosa lucha "contra el latifundio mediático". Sustituir a los concesionarios independientes por otros de disposición dependiente, sean oficiales u oficiosos, y que siga abultándose la panza de la hegemonía comunicacional, vía medios del Estado, de "amigos" del Estado, o del renglón comunitario, que de genuina comunidad no tienen ni la apariencia. El experto Andrés Cañizales ya habla del "conuco mediático" para identificar la propuesta bolivarista.

 

      La cubanización como política no es una hipótesis sino una realidad creciente que, por lo demás, lleva unos cuantos años en marcha.  ¿O es que acaso VTV, Vive TV, Telesur o Radio Nacional no son medios cubanizados en su patrón propagandístico y hasta en su manejo operativo? ¿Quiénes dirigen la llamada red de medios oficiales, si no los funcionarios cubanos articulados o sobrepuestos a sus pares venezolanos? Al igual, desde luego, que en numerosos ámbitos del desempeño estatal.

 

     Cuando los boinacolorá le ponen la mano a un medio ya existente lo cubanizan, y cuando crean uno nuevo lo hacen según el modelo cubano. El diario Vea, por ejemplo, es una versión similar de Granma, el inveterado pasquín de la revolución cubana. La Radio Nacional parece una repetidora de Radio Cuba, y la Agencia Bolivariana de Noticias es la sucursal caraqueña de Prensa Latina. Los noticieros de VTV chorrean la factura cubana, y hasta retransmiten unas arcaicas comiquitas habaneras que a los niños les debe dar pena ajena.

 

      Pero debe hacerse una precisión: la Cuba castrista es una dictadura convencionalmente totalitaria que no admite sino el monopolio de los medios de comunicación por parte del Estado. Apenas unos pocos blogueros logran sortear el férreo cerco de la burocracia informativa, con Yoanni Sánchez a la cabeza. Pero la Venezuela bolivarista es una neo-dictadura o dictadura con algunos ropajes de democracia, en la que el control hegemónico de los medios se prefiere al monopolio exclusivo e impresentable. Y esto por meros motivos de conveniencia pragmática, en especial pensado en los Insulzas de medio mundo.

 

    Lo que se pretende, entonces, es aplicar una modalidad adaptable de cubanización, y en muchas maneras hasta más habilidosa o perversa. Reforzarla es la tarea de Conatel y demás agencias parlamentarias o judiciales del régimen de Chávez. Para ello se instiga la autocensura y se afina la guillotina de la revocatoria concesional. El inmediato, público y notorio acomodo de algunos radiodifusores, explica el objetivo de la estrategia. La televisión por suscripción o el denominado cable también está en la mira, y no telescópica sino regimental.

 

     Es trágico que el avasallamiento de la revolución bolivarista impida la posibilidad de una discusión seria y constructiva sobre los medios de comunicación en Venezuela. Lo que toca ahora es defender los derechos de libre expresión del conjunto de los venezolanos, cuya dominación es el propósito de Miraflores. ¿Democratización del espectro radio-eléctrico? No, que va. Cubanización del sector radio-televisivo es que lo buscan imponer. 

flegana@gmail.com

 

 *

 Columnista, profesor universitario y ex-Ministro de Información


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.