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RCTV un año después
por Fernando Luis Egaña
domingo, 1 junio 2008


Hace un año que le arrebataron la señal abierta a RCTV, amen de los equipos de transmisión. Ha sido la decisión más contraproducente que ha tomado el régimen de Chávez en casi 10 años.

La vendetta roja-rojita en contra del Canal 2, consumada el 27 de mayo de 2007, fue una genuina "victoria pírrica" para el Estado bolivarista, es decir un "triunfo" que terminó saliendo tan pero tan costoso que hasta su propio instigador debería haberse arrepentido.

Para empezar, como bien lo acaba de recordar Marcel Granier, sin el 27-M es muy probable que no hubiera ocurrido el 2-D. En otras palabras, la derrota referendaria de la reelección indefinida es una consecuencia directa del arrebatón a RCTV y de sus efectos político-sociales.

Con su ridícula soberbia el señor Chávez se metió un autogol que le hizo perder el juego del continuismo, lo único que en verdad le importa ya que la "doctrina" de esta satrapía no es ningún socialismo de siglo XXI, sino el "Uh, Ah, Chávez no se va"...

Así mismo, el atropello contribuyó a activar una fuerza latente y poderosa: el movimiento estudiantil venezolano, acaso el contrapeso más efectivo que haya tenido este proyecto de dominación en el decenio que lleva en el poder.

RCTV fue golpeada con la intención de acabarla, pero ni se doblegó en su línea editorial ni bajó la santamaría. La televisora ha tenido que reconvertirse en señal de cable, con una situación financiera nada boyante pero poco a poco ha logrado salir de abajo. Toda una victoria moral de considerable magnitud.

No tiene la audiencia de cuando era señal abierta y gratuita, pero mantiene un raiting muy estimable que le permite comunicar sus contenidos con un alcance nacional que ya querrían para sí la colección de bodrios televisivos que regenta el Minci.

Incluyendo a Tves, el canal sustituto, que "no lo ve nadie" según palabras del señor Chávez, ni tendrían por qué verlo ya que se trata de un monumento a la mediocridad técnica y el fastidio programático, con muy pocas excepciones. Su directora, Lil Rodríguez, ya no haya que decir para justificar los esmirriados 1,27 puntos de share.

Y encima, la televisión por cable o satélite está vuelta un fenómeno porque la gente se refugia en las señales por suscripción ante el avance de la "hegemonía comunicacional". Medio millón de familias se han incorporado a estos sistemas desde el 27-M de 2007, y esta cifra de seguro se queda corta porque no contabiliza el boom de las cableras "informales".

Hoy en día es probable que un tercio de los hogares venezolanos, si no más, tiene acceso a la televisión por suscripción, y la cifra aumenta rápidamente. Allí no hay cadenas que valgan y la capacidad comunicacional del Estado queda bastante limitada.

Con el cierre de la señal gratuita de RCTV perdieron, eso sí, los televidentes que ahora deben pagar para ver el canal, sobre todo los de menores recursos; y por supuesto aquéllos acostumbrados a ver el Canal 2 que no pueden incorporarse al cable o satélite, bien por razones técnicas o de falta de dinero.

También perdieron los profesionales que la restringida planta de Bárcenas no pudo mantener en nómina y, desde luego, el conjunto de la industria televisiva, víctima del "abajamiento" que impone la satrapía en todas las facetas de la vida nacional.

Perdió, así mismo, la libertad de expresión y la defensa del Estado de derecho, en especial por el secuestro de los costosos equipos de transmisión a lo largo y ancho del país. Pero quien más perdió fue el señor Chávez: perdió el concurso de mucha gente, perdió el 2-D y perdió la propuesta reeleccionista.

Quizás para conmemorar semejante autogol, fue que el Minci y VTV se metieron otro con las tarifas de las señales oficiales. Pero el clavo de RCTV no se lo han podido sacar, ni se lo podrán, hasta que se restituya la señal.
 

flegana@movistar.net.ve

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 Columnista, profesor universitario y ex-Ministro de Información


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