Hace
un año que le arrebataron la señal abierta a RCTV, amen de
los equipos de transmisión. Ha sido la decisión más
contraproducente que ha tomado el régimen de Chávez en casi
10 años.
La vendetta roja-rojita en contra del Canal 2, consumada el
27 de mayo de 2007, fue una genuina "victoria pírrica" para
el Estado bolivarista, es decir un "triunfo" que terminó
saliendo tan pero tan costoso que hasta su propio instigador
debería haberse arrepentido.
Para empezar, como bien lo acaba de recordar Marcel Granier,
sin el 27-M es muy probable que no hubiera ocurrido el 2-D.
En otras palabras, la derrota referendaria de la reelección
indefinida es una consecuencia directa del arrebatón a RCTV
y de sus efectos político-sociales.
Con su ridícula soberbia el señor Chávez se metió un autogol
que le hizo perder el juego del continuismo, lo único que en
verdad le importa ya que la "doctrina" de esta satrapía no
es ningún socialismo de siglo XXI, sino el "Uh, Ah, Chávez
no se va"...
Así mismo, el atropello contribuyó a activar una fuerza
latente y poderosa: el movimiento estudiantil venezolano,
acaso el contrapeso más efectivo que haya tenido este
proyecto de dominación en el decenio que lleva en el poder.
RCTV fue golpeada con la intención de acabarla, pero ni se
doblegó en su línea editorial ni bajó la santamaría. La
televisora ha tenido que reconvertirse en señal de cable,
con una situación financiera nada boyante pero poco a poco
ha logrado salir de abajo. Toda una victoria moral de
considerable magnitud.
No tiene la audiencia de cuando era señal abierta y
gratuita, pero mantiene un raiting muy estimable que le
permite comunicar sus contenidos con un alcance nacional que
ya querrían para sí la colección de bodrios televisivos que
regenta el Minci.
Incluyendo a Tves, el canal sustituto, que "no lo ve nadie"
según palabras del señor Chávez, ni tendrían por qué verlo
ya que se trata de un monumento a la mediocridad técnica y
el fastidio programático, con muy pocas excepciones. Su
directora, Lil Rodríguez, ya no haya que decir para
justificar los esmirriados 1,27 puntos de share.
Y encima, la televisión por cable o satélite está vuelta un
fenómeno porque la gente se refugia en las señales por
suscripción ante el avance de la "hegemonía comunicacional".
Medio millón de familias se han incorporado a estos sistemas
desde el 27-M de 2007, y esta cifra de seguro se queda corta
porque no contabiliza el boom de las cableras "informales".
Hoy en día es probable que un tercio de los hogares
venezolanos, si no más, tiene acceso a la televisión por
suscripción, y la cifra aumenta rápidamente. Allí no hay
cadenas que valgan y la capacidad comunicacional del Estado
queda bastante limitada.
Con el cierre de la señal gratuita de RCTV perdieron, eso
sí, los televidentes que ahora deben pagar para ver el
canal, sobre todo los de menores recursos; y por supuesto
aquéllos acostumbrados a ver el Canal 2 que no pueden
incorporarse al cable o satélite, bien por razones técnicas
o de falta de dinero.
También perdieron los profesionales que la restringida
planta de Bárcenas no pudo mantener en nómina y, desde
luego, el conjunto de la industria televisiva, víctima del
"abajamiento" que impone la satrapía en todas las facetas de
la vida nacional.
Perdió, así mismo, la libertad de expresión y la defensa del
Estado de derecho, en especial por el secuestro de los
costosos equipos de transmisión a lo largo y ancho del país.
Pero quien más perdió fue el señor Chávez: perdió el
concurso de mucha gente, perdió el 2-D y perdió la propuesta
reeleccionista.
Quizás para conmemorar semejante autogol, fue que el Minci y
VTV se metieron otro con las tarifas de las señales
oficiales. Pero el clavo de RCTV no se lo han podido sacar,
ni se lo podrán, hasta que se restituya la señal.
flegana@movistar.net.ve
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Columnista,
profesor universitario y ex-Ministro de Información |