Me
pregunto, ¿qué será más comprometedor para el presidente Chávez; los 3.6
millones de firmas recogidas, o la crisis económica, el desempleo, la
inseguridad, la corrupción y los problemas de gobernabilidad, entre otras
calamidades que azotan a los venezolanos? Visto en estos términos sería tonto
pensar que una cosa compromete más que otra al presidente; salvo que dichos
aspectos tienen en común una cosa: son el reflejo de la grave crisis por la que
atraviesa Venezuela.
Fuimos
testigos, de como en las semanas que precedieron la recolección de firmas, el
gobierno repartió miles de millones de bolívares, para luchar contra una
incontenible avalancha de firmas en su contra. Sin embargo, en los previos casi
5 años de éste nefasto gobierno, no vimos tanta inversión, ni interés por
luchar contra los males que fustigan a la Nación. Esta comparación, considero
que sirve para mostrar como el presidente Chávez le dio la espalda a la
monstruosa realidad del país, a la cual; o no quiso o no supo meterle el pecho.
2.5 millones de desempleados, 40.000 personas víctimas mortales de la
violencia, 151% de incremento en el índice de Precios al Consumidor, 13
millones de venezolanos en situación de pobreza; son cifras que conforman el
megafracaso de la administración de Chávez, y que como legado nos está
dejando unas perspectivas inquietantes.
¿Qué
hacer? El éxito del llamado reafirmazo, cae muy bien, se reafirma el carácter
democrático, se sensibiliza – por fin – a cierta comunidad internacional;
pero, sería terrible para la oposición, dormirse en los laureles y que la
embriaguez del triunfo, nos haga desviar la atención que exige la ruta aún por
recorrer.
Dicho
de otra forma, antes de caer en debates estériles con el oficialismo, la
Coordinadora debe ya mostrarle a los venezolanos cual será la estrategia y el
plan a seguir. Para que así, los desempleados, los pobres, los que claman por
justicia, es decir la gran mayoría de los venezolanos y no solo 3.6 millones de
entre ellos, sepan hacia donde vamos, cómo y con quién o quienes.
De
igual manera, que una permanencia en el país tanto del Centro Carter, como la
OEA, serán de gran ayuda; son organizaciones que han sido generosas de palabra,
ahora les toca pasar al acto.
Así
como también, el CNE pareciera cada día mas fuerte, con una perspectiva que
promete solidez institucional; esperemos que sea contagioso al resto de las
instituciones.
Así
las cosas, soy de la idea que juntos la CD, Organismos Internacionales e
Instituciones Democráticas; conformarán un arma infalible contra los
disparates autoritarios en que podría incurrir el gobierno en los próximos
meses; al tiempo que dicho tridente sería un escudo detrás del cual marcharía
el pueblo venezolano, quien al fin de cuentas ya demostró que está dispuesto a
asumir sus responsabilidades individuales.
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