Con las locomotoras de Brasil y México, el hasta ahora destartalado tren
de la economía latinoamericana, vuelve a ponerse en movimiento, según un
positivo - sino optimista - informe del Banco Mundial.
En la década del 80, ansioso por poner en acción, su devoción a la
"supply side economics" el presidente Reagan vaticinó que en cuanto se
pusiera en movimiento la “locomotora México”, arrastraría el resto
de los vagones de la economía continental. Con las “reaganomics"
Se cumplieron dos décadas de ascenso o imposición de la versión salvaje del
proyecto reaganista - en realidad una copia de las secantes medidas económicas
de la "dama de hierro" Margaret Thatcher en Gran Bretaña -.
Fueron dos décadas de imposición, ascenso y caída del “neoliberalismo”.
Nombre del proyecto. En realidad, la misma chola con otra pollera, pero
que hoy, por el peso específico de fenómenos globales, como la irrupción
del capitalismo chino-comunista y la pujanza de naciones como México
y Brasil y ahora de modo inminente, también Argentina y Chile,
mas la potencialidad de gestiones integradoras, - Comunidad Andina, Mercosur
y el propio ALCA -, para que se apreciara, orteguianamente hablando,
la “decadencia de Occidente”, con la separación clara y competitiva entre la
economía en crisis - no lo era así con Clinton - de USA y la Unión Europea;
ver como el Euro es cada vez mas fuerte que el dólar.
En este mundo global, Latinoamérica es el mayor mercado de productos de
EE.UU., y, en compensación, el continente latino espera abastecer
las insaciables demandas de consumo de la sociedad norteamericana.
Aunque, en su característico silo verbal, Bush ya explicó, en estos días;
"la mayor parte de nuestras importaciones que vienen de afuera (sic)
proceden de América latina”.
La creación de este enorme Mercado común de las Americas - idea gestada
en la administración demócrata de Clinton -, es uno de los grandes objetivos
Es un proyecto difícil, por la diferencia entre las economías de la superpotencia
y el atraso y subdesarrollo de muchas naciones latinas.
Pero ahora, las cosas están cambiando, según el Banco Mundial la región crecerá
un 3,8% en 2004, gracias al aumento de las exportaciones y la recuperación
de Brasil y México, tras una lenta recuperación del crecimiento de 1,3
por ciento en 2003, la región de América Latina y el Caribe crecerá 3,8
por ciento en 2004, gracias al aumento de las exportaciones y a una
recuperación más amplia en Brasil y México, según previsiones del informe
anual del Banco Mundial por flujos mundiales de
financiamiento para el desarrollo 2004.
"El crecimiento de la región ha sido lento, debido en parte al desempeño
desigual de los distintos países", señaló François Bourguignon, Economista
"Pero parece que la recuperación se está ampliando, sobre todo después
de conseguir impulso en Brasil y México a finales de 2003, y es de prever
Según el pronostico, los flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo
2004 (Global Development Finance 2004), el PIB regional creció 1,3 por ciento
en 2003, tras una caída del 0,6 por ciento en 2002. Si se excluyen países
con altas tasas de crecimiento, como Argentina, Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela, todos los cuales se están recuperando de
fuertes crisis, los mejores resultados se consiguieron en el Grupo Andino,
donde Chile, Colombia y Perú registraron un crecimiento superior al
En términos globales, el crecimiento económico subió del 1,8 por ciento en
2002 al 2,6 por ciento en 2003, y se prevé que alcance el 3,7 por ciento este año.
El grupo de los países en desarrollo creció proximadamente un 4,8 por ciento
en 2003, y se prevé que alcance el 5,4 por ciento en 2004, con lo que superaría
su anterior cifra récord del 5,2 por ciento en 2000.
"Ahora que la región ha vuelto a crecer, tras sufrir sucesivas conmociones
externas desde 1990, América Latina y el Caribe deben aprovechar esta
oportunidad para reducir las vulnerabilidades macrofinancieras y
aumentar su capacidad de recuperación, así como promover la reforma
estructural a fin de mejorar el crecimiento a largo plazo", dijo Guillermo
Perry, Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Según el informe, a diferencia de lo ocurrido en otras regiones en desarrollo,
el crecimiento de América Latina y el Caribe ha sido consecuencia más bien
del aumento de las exportaciones netas en 2003, que aportaron un punto
porcentual al crecimiento y generalizaron los excedentes. La demanda
interna, en cambio, disminuyó, así como el gasto interno, lo que hizo
posible que el déficit agregado por cuenta corriente bajara de
US$53.000 millones en 2001 a US$4.500 millones en 2003.
Entre las bases fundamentales de la recuperación, en el informe se citan
la mejor gestión macroeconómica que ha controlado la inflación en el
conjunto de la región, la propagación durante decenios de estrategias
orientadas hacia el exterior, que han aumentado los flujos y reducido
la inestabilidad de los ingresos en concepto de exportación, y unos tipos
de cambio más competitivos y flexibles.
No obstante, en Global Development Finance 2004 se advierte que, a medida
que se reactive la demanda interna, es probable que el crecimiento de las
importaciones aumente y que convendría evitar, con políticas fiscales
prudentes, un deterioro significativo de las cuentas externas. "Desde
el punto de vista de las políticas, el desafío que se presenta es establecer
un ritmo sostenible de crecimiento - especialmente, considerando la
importante cuestión estructural de mejorar el crecimiento de la productividad
- y no caer en la tentación de endeudarse excesivamente en
CRECIMIENTO Y CASO BOLIVIA
En este escenario, es importante hacer dos
observaciones, aplicables
a Bolivia.
Y estas son observaciones personales de este Corresponsal:
1) El nuevo crecimiento global requiere de
políticas amplias, sacudidas de
nacionalismos decimonónicos y de xenofobias
obsoletas para el amplio
escenario global.
2) Por otro lado, los diplomáticos de la
superpotencia deben evitar
expresiones estúpidamente ofensivas, como
decir "podemos vivir sin el comercio
con tal o cual país”, porque así traicionan el
esfuerzo en que está empeñado
el actual gobierno de Washington y solo ponen la
innecesaria nota prepotente que
no lleva a nada positivo.
Si bien es cierto que este tren del desarrollo al
principio andará despacio,
como un chucuchucu, es un proyecto abierto a
la incorporación de nuevas
locomotoras, como por ejemplo la creación de
una poderosa fuente de energía
en el corazón de Suramérica con la producción e
industrialización del gas boliviano,
una fuente energética que ya llega a Brasil,
Argentina.
Y muy pronto a México, Estados Unidos…y China….
El nuevo crecimiento global requiere de políticas
amplias, sin nacionalismos
primitivos y xenofobias obsoletas. Como solía observar el
experto europeo
Luigi Bosellli, que trabajó mucho por la
relación entre la Unión Europea
y Latinoamérica, en este continente no habrá
integración mientras predominen los nacionalismos de siglos pasados.

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