“Goodbye, Chávez”
Acabo de ver una película alemana que se inserta dentro de la llamada “Ostalgia” (término aparecido a mediados de los 90, y que sirve para denominar la nostalgia por la RDA) así como también tiene que ver con el auge en la televisión germana de programas de diversión consagrados a recrear la vida de la extinta RDA. La película se titula “Goodbye, Lenin” dirigida y escrita por Wolfgang Becker.
El filme narra la rocambolesca historia de Alex (Daniel Brühl) un joven de Berlín del Este, quien le hace creer a su madre (Katrin Sass) -intraficable militante comunistaque nada cambió durante los ocho meses que ésta pasó en un coma profundo, gravedad que se produjo en octubre de 1989, justo cuando caía el muro de Berlín. “Goodbye, Lenin” para algunos es un espejo en donde la sociedad alemana puede ver las heridas de 50 años de esquizofrenia, más la nostalgia y el resentimiento, inevitables en el contexto de la Alemania reunificada de hoy. El éxito de la película de Becker parece radicar en que las marcas indelebles de la sociedad alemana le son presentadas al público bajo el formato de una comedia, que suaviza el impacto, a través de Alex, un poético héroe de 20 años de edad, que hace lo imposible por salvarle la vida a su militante madre. Me atrevería a considerar que la película es una reflexión precisa, de cómo se le puede volver la vida a la gente un infierno, una vez poseídos por ciertas ideologías. Y no pude evitar pensar en el mar de felicidad que Hugo Chávez nos ha prometido, promesa que pareciera ser la única que se afana en hacer realidad nuestro poseso presidente. Hoy, transcurridos 14 años desde la caída del muro de Berlín, en la Alemania unificada ya se habla de la generación “Goodbye Lenin” y todo ello porque la prosperidad occidental, democrática y de libre mercado, ha permitido que la Alemania de hoy se divierta mirando su triste pasado de nación dividida por esa ideología totalitaria, que tanto seduce a nuestro joven, inexperto y de naftalínicas ideas, presidente. La Venezuela de Chávez pareciera estar diciendo “Welcome Lenin”, a través de una película de terror sociopolítico; filme que comenzó a rodarse en diciembre del 98 cuando 3.6 millones de venezolanos nos echaron y se echaron a su vez esta tronco de vaina. Pero como 3.6 millones de personas es un número muy grande de gente con la cual pelearse, prefiero pensar que todos juntos, es decir, los que votaron por Chávez y los que no votamos por él, sin odios ni rencores, pronto estaremos filmando “Goodbye Chávez”. * Abogado y escritor
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