4 | Opinión EL MUNDO
Sábado 09 de Agosto de 2003


El SÍ y el NO

* Abogado y escritor
   


Cuando el presidente, el vice, ciertos ministros y algunos milicos, dicen que no habrá referendo, como si fueran unos dioses, que todo lo deciden y que todo lo pueden, sin duda lo que están es hablando como miembros activos del MVR, y no como unos dirigentes que defienden su política de gobierno. Eso quiere decir, señoras y señores, que quienes llevan hoy las riendas del Gobierno nacional, están en campaña electoral y bien avanzada por cierto; y dentro de unos días, van a desplegar la pancarta por el NO; y no se trata de decirle NO al referendo, sino de la invitación a votar por la opción del NO ante la inminente e ineludible interrogante plebiscitaria que se nos avecina. En ese sentido, el Gobierno utiliza y seguirá utilizando todas las fuerzas y medios de que dispone, para tratar de hacer ganar el NO.

Sin embargo, algunos analistas dicen que ciertamente el Presidente y su banda, pueden y deben hacer todo lo posible por impedir la realización del referendo revocatorio; cayendo sin querer en la trampa mesiánica-política que tanto Chávez como las circunstancias le han tendido a mucha gente; y lo más lamentable es que eso ha llegado al corazón mismo de la oposición, donde por cierto se siguen llevando de arrastre materias tales como unidad, visión de futuro, coraje e imaginación.

Dicho esto, sería positivo que no se siguiera percibiendo a Chávez, a su gabinete y sus militares jaladores (perdonen el pleonasmo), como unos semidioses, que marchan por encima de las investiduras democráticas, cual gobernantes que abiertamente confunden gestión de gobierno con mítines; que mezclan cuenta y memoria con autobuses cargados de gente para llenar sus actos de calle.

Ahora bien, no habría que asombrarse por cuanto el gesto de millones de venezolanos que votaron por Chávez en el 98 dejaba entrever el desprecio de dichos electores por las instituciones democráticas; mortal paradoja para una nación poseedora de una rica herencia democrática.

Y hoy, a pesar de haber sido Venezuela una potencia democrática regional, no tenemos experiencia en materia de referendo, y un ejemplo de ello es que algunos líderes políticos de oposición confunden referendo con campaña presidencial.

En la actualidad, tanto esos desbarrancados electores, así como también los aún pestilentos a naftalina partidos políticos tradicionales, los bobos feroces de Altamira y demás histriónicos ex chavistas, deben entender que la búsqueda de soluciones no pasa por arrimarse a esa rabiosa, insensata e irracional onda antichavista, por lo demás histérica, facilista y de un cortoplacismo que ya hizo metástasis.

Lo que realmente se necesita es que nos encaramemos en nuestras instituciones, que nos reconciliemos con nuestro acervo democrático y con nuestra vital división de poderes. Y en ese sentido, llenar debidamente todos los requisitos que la ley nos impone, para la celebración de un referendo revocatorio y en consecuencia comenzar desde ya a hacer campaña por el SÍ.

Para finalizar, detengámonos por un minuto a escuchar, -lo cual no es difícil dada la omnipresenciala campaña por el NO que lleva adelante el presidente, y entenderemos que el referendo es inminente; mientras que los encargados de la campaña por el SÍ, temen en medio de su desbarajuste y amateurismo político que no habrá referendo y no se han movilizado para hacer una recolección seria de firmas que refleje de manera contundente lo que dicen hoy las encuestas, sondeos que por cierto pareciera que el único que los toma en serio es el presidente Chávez. •
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* LUIS DE LION


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