Reservas
internacionales por encima de 35 mil millones de dólares y
un precio del barril de petróleo venezolano que se mantiene
por encima de 70 dólares desde mediados de diciembre, fueron
las fortalezas que Hugo Chávez enunció como garantías de la
continuidad de su “revolución”. El comentario fue hecho en
medio de su discurso de cuatro horas y media del pasado
viernes ante la Asamblea Nacional.
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El discurso de
Chávez, que es una obligación constitucional de rendir
cuenta anual al parlamento, se inició con el tema del
terremoto en Haití. Chávez apeló a leer un artículo de
Fidel Castro, publicado esta semana, sobre el colonialismo y
Haití. A lo largo de su discurso, Chávez mencionó a Fidel
Castro en más de una docena de ocasiones.
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En su memoria y
cuenta anual, Chávez anunció dos aumentos del salario mínimo
a lo largo del año, uno de los cuales comenzará a ser
efectivo a pocos días de que se realicen las elecciones
legislativas del mes de septiembre. Chávez anunció la
ampliación de los programas de venta de alimentos importados
por parte del Gobierno y el aumento de planes sociales. Por
otra parte, el tema guerrerista contra Colombia, que tanto
ocupó a Chávez en los últimos meses, no fue tocado en su
mensaje anual. La impresión de diversos analistas, tanto
venezolanos como colombianos, coincide en la baja reacción
positiva que Chávez obtuvo del público venezolano al buscar
exaltar la vena nacionalista anti colombiana.
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Según varias
fuentes consultadas en el alto gobierno venezolano, Chávez
habría optado por un viraje coyuntural en su discurso
político en momentos en los cuales el racionamiento
eléctrico ya oficialmente reconocido por el Gobierno, la
devaluación, la carestía y la inseguridad han conformado una
tendencia de deterioro de la imagen presidencial y de su
popularidad en las encuestas. En los últimos días Chávez ha
actuado de forma poco usual, llegando al extremo de ordenar
que su discurso ante la Asamblea Nacional fuera transmitido
en cadena nacional sólo por hora y media, para no dejar a la
población sin la señal de TV que transmitiría un partido de
béisbol. El racionamiento eléctrico en Caracas sólo se
mantuvo por 24 horas, ante los informes de inteligencia que
recibía Chávez sobre el malestar que estaba causando. De
hecho, el martes en la noche, en las calles de Caracas se
escucharon cacerolazos y en el estadio de béisbol corearon
“este gobierno se va a caer”, hechos que no ocurría desde el
año 2002.
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A mediados del
pasado mes de diciembre, coincidiendo con la celebración en
La Habana de una reunión cumbre del ALBA, dos centenas de
funcionarios venezolanos viajaron a Cuba. La cifra fue
revelada por la corresponsalía de la agencia EFE en La
Habana, ya que oficialmente Caracas no informó al respecto.
La larga
delegación llegó a la capital cubana tres días antes que el
presidente Chávez, y su misión fue la de participar en las
mesas temáticas, junto a sus homólogos cubanos, en la
denominada “Comisión Intergubernamental Cuba-Venezuela”. En
ese encuentro, celebrado en el Palacio de Convenciones de La
Habana, se elaboró el plan de trabajo del gobierno de Cuba
en Venezuela durante el año 2010.
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El historiador y
analista político Manuel Felipe Sierra afirmó en una
entrevista publicada en El Nuevo País que el verdadero
presidente de Venezuela es Fidel Castro. La expresión de
Sierra da cuenta de la dependencia que el gobierno Chávez
tiene de la burocracia cubana, la cual participa
directamente en la planificación y ejecución de la gestión
cotidiana oficial venezolana, en los más variados ámbitos.
Desde el área militar hasta los más elementales actos de
compras internacionales, Chávez ha colocado a Cuba en su
operador oficial.
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Esta semana la
analista venezolana de temas de seguridad Rocío San Miguel,
informó que “22 comandantes de la Región Central de la
Milicia Nacional han sido enviados a Cuba para entrenarse
entre diciembre y enero”. Casi simultáneamente, se conoció
la noticia de que Cuba será la encargada de garantizar el
suministro de palanquillas de acero a la siderurgia estatal
Sidor, la cual debió paralizar su producción por falta de
electricidad.
El gobierno
cubano es el comprador oficial de productos destinados al
uso del gobierno venezolano. Esta situación ha quedado
patente en las adquisiciones de equipos médicos (Siemens) y
de material de seguridad para pasaportes (lámina de
policarbonato a
Bundesbruckerei) adquiridos por Cuba
a Alemania para su uso por el gobierno de Venezuela.
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Mientras Chávez se
jactaba en Caracas de su fortaleza financiera, desde Chile
le recordaban las deudas que Venezuela mantiene con
productores de ese país. Una gestión de la Cancillería
chilena busca respuesta a la deuda que el gobierno
venezolano mantiene, por la no entrega de dólares a empresas
que surten el mercado venezolano con vinos y alimentos
chilenos. La deuda que ha ameritado una reacción diplomática
del gobierno de Chile ascendería a 80 millones de dólares.
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Por cuarto año
consecutivo, Venezuela muestra la mayor inflación en el
continente. El ranking de la inflación oficial en los países
de la región durante el año 2009, ya conocidos los datos del
mes de diciembre pasado, es el siguiente:
Chile -1,4
Guatemala - 0,3
El Salvador -0,2
Bolivia 0,23
Perú 0,25
Nicaragua 0,93
Paraguay 1,9
Colombia 2,0
Panamá 2,4
Honduras 3,0
México 3,57
Costa Rica 4,05
Ecuador 4,31
Brasil 4,31 (dato
oficial) / 3,95 (Fundação
Getúlio Vargas)
R. Dominicana 5,76
Uruguay 5,9
Argentina (Gran
Buenos Aires) 7,7
Jamaica 9 (al mes
de noviembre)
Venezuela 25,1
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El presidente Lula da Silva afirmó esta
semana que la compra de tres docenas de aviones caza de
última generación no se decidirá con base al precio de las
ofertas. El canciller brasileño, Celso Amorim, había
afirmado previamente que la decisión sobre ese tema es de
carácter político y no técnico. Ambos señalamientos
parecieran indicar que el gobierno brasileño mantendrá, en
contravía con la opinión militar, su decisión de comprar
los aviones Rafale de la francesa Dassault. La
alianza estratégica entre Lula y Francia pareciera que
determinará esta decisión.
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El gobierno de
EEUU ha decidió utilizar la crisis de Haití por el terremoto
de esta semana, para poner en práctica una reactivación de
la diplomacia positiva hacia Latinoamérica. La inmediata
reacción de envío de ayuda fue seguida por una iniciativa
bipartidista de constituir el ahora llamado fondo Bush-Clinton
anunciado ayer por el presidente Barack H. Obama.
La Casa Blanco ordenó involucrar activamente a los militares
de EEUU en la ayuda a Haití. El portaaviones Carl Vinson en
viaje hacia California, fue desviado a Haití para servir de
plataforma de apoyo. Además, EEUU está movilizando 10.000
soldados a territorio haitiano.
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Artículo publicado originalmente en el diario El
Nuevo País |