Treinta mil funcionarios cubanos
estarían operando en Venezuela bajo la fachada de
“trabajadores de la salud”. La cifra fue aportada esta
semana por el propio Fidel Castro en carta dirigida a Hugo
Chávez.
*****
Decenas de despidos de personal altamente calificado se han
producido en la última semana en el sector petrolero privado
venezolano. Empresas que prestan servicios a PDVSA se han
declarado en emergencia ante los retrasos en los pagos de la
empresa estatal petrolera.
La abrupta caía de los ingresos petroleros, el cierre del
flujo de créditos externos y el desvío de recursos de la
empresa hacia gastos corrientes del gobierno (dentro y fuera
del país) habrían minado las finanzas de la petrolera
venezolana. PDVSA se ha declarado en mora ante sus
proveedores lo cual está causando el éxodo de empresas de
larga estancia en el negocio petrolero en Venezuela.
Incluso, la brasileña Odebrecht de especiales relaciones con
el gobierno Chávez y que acarició la idea de convertirse en
empresa de ingeniería petrolera para venderle servicios a
PDVSA, habría clausurado estos planes.
*****
El pasado lunes, 09 de febrero, se produjo una reunión del
Comité Plenario de la Comisión Económica para América Latina
(y Caribe) de la ONU. Durante el evento, la Secretaria
Ejecutiva de CEPAL, la mexicana Alicia Bárcenas, presentó un
informe diagnóstico sobre las vías de impacto de la crisis
económica mundial en las economías de la región. Como parte
de su presentación, Bárcenas mostró un cuadro comparativo
sobre las decisiones de política económica asumidas por los
gobiernos de la región, actualizadas al 30 de enero pasado,
para hacer frente a “la crisis internacional”.
Según el informe presentado en Washington, el único gobierno
que no ha tomado acciones de ningún tipo es Venezuela. La
presentación de Bárcenas está soportada en un trabajo de
CEPAL sobre “la reacción” de los gobiernos de Latinoamérica
y el Caribe ante la crisis. En el cuadro comparativo del
informe, CEPAL sólo menciona una vaga “intención” del
Gobierno venezolano de “mantener un activo programa de
inversión pública.”
Todos los demás países han comenzado a implementar medias
fiscales, institucionales, monetarias, de política comercial
para atender el impacto negativo de la recesión en los
países más desarrollados.
*****
Inicialmente el gobierno venezolano sugirió que el ataque a
la Sinagoga Tiferet Israel de Caracas, había sido ejecutado
por activistas de la oposición dirigidos por algunos
miembros de la comunidad judía, en un empeño de crearle mala
imagen al gobierno. La versión del autoatentado fue
ampliamente difundida o insinuada por voceros y medios
oficiales.
Por su parte, la comunidad judía organizada y sectores de la
Oposición llamaron la atención sobre la coincidencia entre
la profanación del templo, la sustracción de equipos de las
oficinas y los grafitis dejados en las paredes, éstos
últimos en correspondencia con la campaña contra Israel y la
comunidad judía que el oficialismo ejecutó a raíz del
reciente conflicto en Gaza.
*****
Según las revelaciones oficiales, la autoría material del
asalto a la Sinagoga caraqueña fue de un grupo comando
integrado por funcionarios de varios cuerpos policiales
locales y nacionales, que dependen directamente del Ministro
del Interior, Tareck El Aissami. La hipótesis gubernamental
del autoatentado o de que se trataba de una acción de la
Oposición quedó sin sustento. Oficialmente el móvil del
asalto habría sido el robo aunque hasta ahora oficialmente
no se ha dado explicación al origen de los graffitis.
La comunidad judía habría optado por bajar el tono de la
confrontación con el Gobierno, ante lo que se asomó como un
éxito en la investigación policial que develó los autores
materiales del hecho.
Alarmado ante el impacto negativo de la acción contra la
Sinagoga en las encuestas electorales, el gobierno
venezolano optó por comisionar al Canciller Nicolás Maduro
como vocero oficial del caso, sacando de escena a El Aissami,
quien en razón de su cargo es el responsable de la policía y
de las relaciones con las Iglesias.
*****
La intervención de militares brasileños en la reciente
operación de rescate de secuestrados por las Farc, fue
dirigida desde Manaos por el general Augusto Heleno Pereira.
El general brasileño actualmente en el Comandante Militar de
la Amazonía y, en consecuencia, jefatura las dos regiones
militares en que se divide la Amazonía brasileña. Su cargo
anterior fue el de Comandante de la misión multinacional de
la ONU en Haiti.
En una entrevista con el periodista brasileño Aloisio Milani,
el general Pereira desmintió a un reportero del canal
oficial venezolano Telesur quien denunció acciones del
gobierno Uribe para impedir el rescate de los secuestrados.
El brasileño aseguró que “No hubo ninguna interferencia en
nuestra misión. No nos molestaron. También leí las noticias
de que aviones hubiesen seguido los helicópteros, pero el
único ruido de la historia fue el propio relato del
reportero que comentó eso. Todo sucedió dentro de lo
establecido. No tuvimos ninguna sorpresa en ese caso”.
*****
Intenso lobby estaría realizando Rusia sobre el gobierno de
Lula da Silva para convertirse en el proveedor de los 36
aviones caza de última generación que Brasil se dispone a
comprar.
El proceso licitatorio para la compra, cuya denominación es
Proyecto F-X2, está bien avanzado. Desde octubre pasado, la
Fuerza Aérea Brasileña dio a conocer la “lista corta” de las
empresas que fueron finalmente aceptadas para competir por
la venta. La semana pasada, de forma inesperada, el Ministro
de Defensa brasileño, Nelson Jobim, anunció que reabriría la
licitación para permitir que Rusia presentara nuevamente su
opción del Sukhoi 35. El comité de la licitación había
desechado la opción rusa, la cual figuraba en la lista larga
de empresas. La decisión de Jobin fue tomada luego de que
recibiera en Brasilia una visita de representantes de la
corporación rusa Rosoboronexport, empresa que centraliza las
exportaciones bélicas rusas.
La compra de Sukhi habría sido sugerida por Hugo Chávez a
Lula da Silva, en varias ocasiones en los últimos tres años,
según una fuente brasileña consultada.
*****
La compra de tres docenas de aviones de guerra es un negocio
de US$ 2.000 millones, cifra importante en las
contabilidades de cualquiera de los fabricantes, amén de la
alianza geopolítica que se soldaría entre el país proveedor
y Brasil. Observadores internacionales han apreciado una
creciente competencia entre Francia y Rusia en procura de
los favores y los contratos brasileños. Ya Rusia logró
venderle a la Fuerza Aérea Brasileña, a finales del 2008, 12
helicópteros Mi-35M. Francia por su parte, firmó un acuerdo
de alianza estratégica con Lula da Silva.
* |
Artículo publicado originalmente en el diario El
Nuevo País |