Hugo Chávez podría enviar tropas militares a Bolivia en caso de que el gobierno de ese país considere que el movimiento autonomista se ha convertido en un problema de orden público. La decisión estaría basada en el acuerdo suscrito entre Chávez y Evo Morales en mayo del 2006, apenas cuatro meses después de la toma de posesión del boliviano.

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El llamado Acuerdo Complementario al Convenio Básico de Cooperación Técnica entre la República de Bolivia y la República Bolivariana de Venezuela en materia de defensa, está escrito en términos vagos en cuanto a sus alcances. Contempla cooperación militar para asuntos como “gestión de crisis” y prevé el envío de personal militar en caso de “acontecimientos nacionales oportunos”. La aplicación del acuerdo queda a la interpretación de los gobiernos. Chávez ha reiterado en diversas ocasiones en el último año, su disposición de salir en defensa del gobierno de Morales, creando un “Vietnam” en tierras bolivianas. Con ello ha dejado en claro el contenido militar que Caracas estaría dispuesta a desarrollar para garantizar la continuidad del gobierno de su satélite boliviano.

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Cuba, Venezuela y el gobierno de Evo Morales crearon en junio de 2006 una brigada juvenil trinacional para la defensa de sus gobiernos. En acto encabezado por el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera, el 26 de junio de ese año, un grupo de jóvenes de los tres países juraron defender con las armas las revoluciones de los tres países. Pocos días después, Chávez anunció que el llamado Frente Francisco de Miranda recibiría una dotación de fusiles Kalashnikov. En su momento, los analistas consideraron que se trataba de una fuerza paramilitar trinacional que operaría como fuerza de rápido desplazamiento en caso de tensiones internas en los países del Eje Caracas-La Habana. Ahora surge la interrogante acerca de si esta fuerza ya está operativa y si será desplegada en Bolivia en los próximos días.

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El propio Fidel Castro aportó datos esta semana sobre las dimensiones de la presencia de cubana en Bolivia. Según el artículo de Castro publicado en Granma el jueves pasado, en Bolivia se localizan 119 educadores cubanos. Cuba habría enviado “30 mil televisores de 21 pulgadas importados de China; un número igual de videograbadoras con 16 459 transformadores y 2 000 sistemas fotovoltaicos”, además de “un millón 359 mil cartillas para alfabetizar en español, quechua y aymara”. Castro reporta que en Bolivia se localizan 1 852 cubanos adicionales, identificados como médicos, enfermeras, técnicos de salud, estomatólogos, “profesionales y técnicos de otras ramas”; y “personas seleccionadas, consagradas a servicios vitales de diversa índole que necesitan en el exterior las brigadas cubanas.” Las brigadas médicas cubanas tendrían presencia en 215 municipios de los 9 departamentos de Bolivia. Castro no hace referencia a personal de inteligencia y seguridad, el cual -según el propio Presidente boliviano- le fue solicitado a Cuba recién comenzaba el gobierno de Morales.

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El despliegue de “cooperación “ cubana en Bolivia comenzó antes de la llegada de Morales a la Presidencia pese a la contrariedad del anterior gobierno boliviano. De hecho, los programas de alfabetización fueron implementados en municipios controlados por el Movimiento al Socialismo, el partido de Evo, como una forma de ganar adeptos. Ya con Evo en el Palacio Quemado, Cuba y Venezuela definieron un macro paquete de apoyo político, financiero y militar para Bolivia. Uno de los aspectos definidos fue el traslado de personal médico y paramédico, buena parte del cual se encontraba para la fecha en Venezuela en la llamada “Misión Barrio Adentro”. La decisión significó el aumento masivo y público de cubanos en las regiones del país. También significo el inicio del franco deterioro del programa bandera del gobierno de Chávez en las barriadas venezolanas.

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Para el primer domingo de mayo está convocado el referendo autonómico del departamento de Santa Cruz, el rico departamento de las tierras planas bolivianas. El documento contiene un preámbulo y 168 artículos en lo que constituye una virtual Constitución departamental. Se trata de una propuesta federalista y no secesionista como ha sido presentada por Evo Morales.

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El origen del movimiento que se califica de “autonomista” es previo a las actuales tensiones entre el gobierno centralista de Morales y los gobiernos departamentales pro autonómicos. A raíz de movilizaciones regionales en los últimos cuatro años, en julio del 2006 se realizó un referendo en el cual cuatro departamentos bolivianos se pronunciaron por la autonomía. A raíz de ello, se producen diversas propuestas para concretar en textos legales la decisión de esos departamentos.

En diciembre del 2007 concluyó la redacción del texto que será sometido a votación en Santa Cruz el próximo 4 de mayo. Aparte del entramado institucional que crea, el texto incluye dos puntos que marcan la actual crisis: los ciudadanos de Santa Cruz proclaman “su derecho a la autonomía departamental, reforzando la unidad de la República de Bolivia”, con lo cual niegan cualquier propósito secesionista. Pero por otra parte, deciden que en caso de las autoridades nacionales de control constitucional no aprueben los resultados de referendo aprobatorio, “Santa Cruz no se someterá a su jurisdicción, hasta que cese dicha violación”. Esto último marca la decisión de la dirigencia cruceña de confrontarse con el gobierno nacional. Las posibilidades de una explosión de violencia civil en la zona es alta, lo cual abriría las puertas para una intervención venezolana - a solicitud de Evo- para ayudar a restablecer el orden. Esta última es una hipótesis que esta siendo sopesada seriamente en sitios tan distantes como Washington, Brasilia y Santa Cruz de la Sierra.

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La reunión de emergencia de los países del Alba (Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela) celebrada en Caracas entre martes y miércoles de la semana que termina, fue convocada únicamente para tratar el tema boliviano. La inclusión del tema “alimentario” en la agenda, habría sido sólo para reducir posibles señalamientos de injerencia abierta en Bolivia por parte de Venezuela. Tras la Cumbre, Evo Morales asumió el discurso de Hugo Chávez, asimilando la causa autonomista boliviana a una maniobra de EEUU contra el gobierno boliviano, versión que está siendo difundida por al amplio aparato propagandístico internacional pro cubano. Expresiones como “conspiración”, “acciones subversivas e inconstitucionales”, “racistas” o “separatistas” forman parte del arsenal lingüístico que desde La Habana y Caracas se utiliza contra los autonomistas bolivianos.

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Con dinero venezolano, ha estado realizando el presidente Morales, una campaña urgente de presencia en el departamento Santa Cruz, a días del referendo autonómico. El jueves pasado distribuyó cheques por un monto superior al millón de dólares, para programas municipales de agua potable. Los recursos, según fuentes oficiales bolivianas, proceden de la cooperación venezolana.

*	Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País