Un informe militar ecuatoriano tiende a darle credibilidad al descubrimiento de las computadoras de Raúl Reyes al confirmar que el bombardeo colombiano fue de tipo “quirúrgico”.

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Los gobiernos de Venezuela, Ecuador, así como las Farc y el secretario de la OEA (el chileno José Insulza) han buscado restarle veracidad a la información procedente de las computadoras que según Colombia estaban en el campamento de las Farc blanco de la Operación Fénix. Alegan que tras un bombardeo no es posible que quedaran intactas las delicadas computadoras, haciendo ver que el ataque fue masivo al estilo de las “alfombras de bombas” usuales en la segunda guerra mundial. Pero el informe de la Fuerza Aérea de Ecuador confirma la versión colombiana, de que el ataque se produjo con diez bombas convencionales guiadas electrónicamente que hicieron impacto en la zona de dormitorios del campamento. Otras instalaciones habrían resultado intactas, según los militares de Ecuador.

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El diario El Tiempo de Bogotá se equivocó al afirmar que una foto procedente del álbum de Raúl Reyes correspondía al Ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea. En Ecuador se indignaron porque Larrea no era el de la foto y su divulgación podía afectar la imagen del gobierno ecuatoriano en su pleito con Colombia. Esto pese a que Larrea ya ha confirmado sus reuniones con las Farc.

Fue el propio Ministro de Gobierno ecuatoriano, Fernando Bustamante, quien aclaró que el hombre que aparece reunido con Reyes es Patricio Etchegaray, Secretario General del Partido Comunista Argentino. Los gobiernos de Argentina y de Ecuador han permanecidos mudos para aclarar las razones de una reunión entre el alto dirigente comunista argentino y las Farc.

Este episodio sería sólo uno de los cabos sueltos que los gobiernos de Venezuela y Ecuador han dejado en evidencia en las últimas semanas, en cuanto al entramado de organizaciones que brindan apoyo y mantienen relaciones activas con las Farc.

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La senadora Piedad Córdoba, en declaraciones a la revista bogotana Cambio, aseguró esta semana que sus relaciones políticas con Hugo Chávez comenzaron en el 2007. “Estaba en un foro en Venezuela y me invitaron al programa Aló Presidente. Asistí porque quería que el presidente Chávez escuchara mis propuestas sobre el intercambio humanitario. No había hablado antes con él, sólo le había enviado algunos mensajes pero creo que no me tomaba en serio”, aseguró Córdoba a la revista. La versión de Córdoba no se corresponde con hechos que en su momento fueron debidamente publicitados y que señalan que las relaciones entre la senadora colombiana y el gobierno venezolano corren desde tiempo atrás.

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En diciembre de 2004 se conoció una foto de Córdoba cuando fue recibida por el para entonces Vicepresidente venezolano José Vicente Rangel. Es probable que esta reunión no fuera por razones políticas, ya que coincide con el lapso cuando una hija de Córdoba permanecía desaparecida y su madre suponía que estaba en Venezuela.

Pero existe una segunda referencia fotográfica que da cuenta de los contactos operativos de Córdoba directamente con el presidente Chávez que se corresponden con los primeros días del año 2006. Una gráfica tomada en el Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano muestra a Chávez al momento de presentarle a Córdoba a Evo Morales, quien había asumido como presidente boliviano ese mismo día. Ya en enero del 2006 las relaciones entre Chávez y Córdoba eran tales que el mandatario venezolano, con toda confianza, la introducía en la proximidad de Morales.

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El canal internacional del gobierno venezolano (Telesur) se ha convertido en usual distribuidor de los comunicados de las Farc. En el más reciente de ellos, fechado el 14 de marzo y distribuido esta semana, las Farc enunciaron lo que pareciera ser su respuesta al proyecto de Hugo Chávez para Colombia.

Ante la propuesta de Chávez para que las Farc tiendan a convertirse en un partido político que alcance el gobierno vía las elecciones, la guerrilla explica su propia opción. Las Farc convocan a “un Gran Acuerdo Nacional” que les permita “estructurar una alternativa política de gobierno”. La oferta de esa “alternativa política” que recibiría el apoyo de las Farc, sería” el bien común, la soberanía, la democracia y la patria”. El gobierno nacido del apoyo de las Farc procedería a paralizar el combate antiguerrillero, abrir negociaciones con la guerrilla y a convocar a una asamblea constituyente.

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Del comunicado de las Farc se desprende que esa organización estaría dispuesta a participar de un frente político electoral pero sin desmovilizar sus tropas. Sería una mezcla del camino chavista exportado ya a Bolivia y Ecuador, pero con las Farc actuando como un partido armado. El esquema presume que ante el triunfo de su “alternativa política”, en Colombia se establecería un gobierno temporal que reformaría la constitución al gusto de las Farc. La propuesta recuerda el “gobierno de transición” sobre el cual habría intercambiado puntos de vista la senadora Piedad Córdoba con el comandante Simón Trinidad, cuando la colombiana visitó al guerrillero en una prisión de EEUU.

*	Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País