Mediante
la aprobación de la nueva Ley de fa Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, Hugo Chávez dictó una serie de cambios que
configuran la consolidación del esquema
Caudillo-Ejército-Pueblo. El fantasma del argentino Norberto
Ceresole, el ideólogo argentino de principios el régimen
chavista, ronda cada numeral de la ley aprobada sin trámite
legislativo, y que Chávez dictara amparado en una inusual y
genérica Ley Habilitante concedida por sus diputados en la
Asamblea Nacional.
Entre Castro y Hitler
No existen -que se conozcan- tratados o acuerdos explícitos
y legalmente tramitados entre Venezuela y Cuba, en materia
de defensa militar mutua. Pero el grado de compromiso entre
ambos gobiernos y los usuales pronunciamientos en ese
sentido de Caracas y (un poco menos) de La Habana, hacen
suponer que existen acuerdos secretos para la actuación en
conjunto de los militares de ambos países. En todo caso,
formalidades como el diseño del uniforme importado de Cuba
para uso en los cuarteles venezolanos, es una potencial
evidencia de las previsiones que se han ido tomando para una
eventual alianza militar y accionar mancomunado entre las
dos fuerzas armadas. Este tipo de alianza, además, ya había
sido aprobada en la Ley de las FAN del 2005.
Con la nueva ley militar chavista se crea definitivamente la
Milicia Territorial, similar en concepto y diseño a la
cubana. Esa Milicia Territorial sumada a la Reserva,
constituirá la Milicia Nacional cuyo comando será paralelo
al de los componentes de las FAN. La Milicia Nacional
chavista no es la usual guardia territorial formada por la
población ante eventuales ataques externos, ya que entre sus
funciones se encuentran además, las de mantenimiento del
orden interno. La Milicia es en definitiva un cuerpo militar
en tanto es movilizada para ejecutar actividades propias del
servicio militar activo. Dados los estrechos vínculos entre
la base política del Presidente y la conformación de las
unidades de la milicia, varios analistas han encontrado
similitudes entre esta organización y la Waffen-SS
hitleriana. Se trataría de un ejército paralelo formado por
militantes del partido gobernante y con una línea de mando
cuidadosamente separada de la estructura militar
profesional.
Lo nuevos rangos
El nuevo cuadro de rangos de las fuerzas armadas venezolanas
es una copia de la existente en Cuba. Chávez homologó los
rangos militares venezolanos con los existentes en las
Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, con lo cual en lo
sucesivo a cada nivel de la jerarquía venezolana existirá
una equivalencia cubana.
El hecho se produce básicamente en la cúpula jerárquica, en
la cual Chávez ha creado varios nuevos escalones, incluyendo
el que le corresponde a él como Presidente de la República,
similar al detentado por Fidel Castro.
A los pre existentes rangos de general de brigada y
división, y de contraalmirante y vicealmirante, le han
sumado un antepenúltimo escalón que se denomina como Mayor
General (llamado en Cuba “general de cuerpo del Ejército”) o
Almirante, cuyo símbolo será tres soles.
Los generales (o almirantes) en Jefe en lo sucesivo
detentarán cuatro soles y serán el penúltimo escalón de la
jerarquía militar. En Cuba, el rango de general de Ejército
(homólogo al general en Jefe venezolano) sólo lo detenta
Raúl Castro, en su condición de Ministro de las Fuerzas
Armadas. Su reciente designación como Presidente del Consejo
de Estado y cabeza del gobierno cubano, no le representó a
Raúl su ascenso a Comandante en Jefe, rango que
exclusivamente corresponde a su hermano Fidel.
Comandante en Jefe
La nueva ley militar venezolana, emitida el 31 de julio,
confirmó el rango de Comandante en Jefe, ya previamente
definido en la Ley del 2005. En razón de ambas leyes, el
Presidente de la República detentará un rango militar en
condición de activo, con símbolos e insignias propias. En el
caso de Chávez, se efectuó una auto- reincoporación a su
condición de militar activo. En el hipotético caso de un
futuro presidente civil, se trataría de una confusa
circunstancia en la cual el mandatario sería incorporado a
la fuerza armada. El asunto es algo más que un tema
simbólico, ya que tiene que ver con aspectos más delicados
como, por ejemplo, la legislación aplicable al Presidente,
dada la existencia de normas y fueros militares en
Venezuela.
El Comandante en Jefe tiene bajo su mando y dirección la
Comandancia en Jefe, integrada por un Estado Mayor y las
unidades que designe. Ese Estado Mayor ya ha estado
actuando, primero bajo la conducción del general Alberto
Müller Rojas y luego por el general Jacinto Pérez Arcay,
éste último, miembro permanente del séquito que acompaña a
Chávez en sus usuales viajes, fue reincorporado al servicio
activo y luego ascendido a general de división.
La Guardia de Honor Presidencial forma parte de la
Comandancia en Jefe, con lo cual esa instancia suma desde
niveles de planificación estratégica hasta unidades de
protección personal al Presidente y su familia.
Estado de guerra permanente
Chávez dirigirá a las FAN no por intermedio del Ministro de
la Defensa, sino de un oficial designado para tal fin. En la
ley del 2005, Chávez se reservaba la conducción de
operaciones militares, aclarando que el día a día de las FAN
sería manejado por el Ministro de la Defensa. Esa
legislación concretaba un cuadro funcional que colocaba en
la Presidencia, la conducción directa de las FAN para
ejecución de acciones específicas, casi siempre asociadas a
circunstancias bélicas. Se trata del mismo esquema que las
Fuerzas Armadas venezolanas asumieron, por ejemplo, en
agosto de 1987 cuando el presidente Jaime Lusinchi tomó la
conducción de las operaciones en respuesta a Colombia por la
Crisis de la Corbeta Caldas. En aquella ocasión, Lusinchi
declaró el estado de alerta militar y designó a un general
para dirigir las operaciones al margen de la estructura
administrativa del Ministerio de Defensa. Se trataba de la
aplicación del manual para atender lo que se entendió como
el arranque de la hipótesis de guerra con Colombia.
La nueva ley de las FAN dictada ahora por Chávez, asigna al
Ministerio de la Defensa el papel de ente administrativo del
“sector defensa”. La estructura y operación de las FAN, en
lo sucesivo, estarán conducidas permanente, directa y
personalmente por Hugo Chávez, de quien dependerá el Comando
Estratégico Operacional en todo lo relativo a los aspectos
operacionales. El jefe de ese CEO dirigirá en nombre del
Presidente las Regiones Estratégicas, los componentes
militares y la Milicia Nacional. Dado que las “Regiones
Estratégicas de Defensa Integral” son una división
territorial que Chávez sobrepondrá sobre la división
política territorial actual, el comandante del CEO se
transforma en la máxima autoridad ejecutiva nacional luego
del propio Presidente.
Al principio de su gobierno Chávez había prometido acabar
con el “ejercito pretoriano” creado en Venezuela a
principios del siglo XX, pero en la práctica ha renovado el
pretorianismo como esquema para la intervención de los
militares en la conducción política del país. Con el país
dividido en regiones militares y con una estructura que
depende del mandato directo del Presidente, el país ha sido
colocado en una virtual situación propia de guerra
permanente, a lo cual se suma la movilización permanente del
“pueblo” organizado militarmente en las milicias.
La triada Caudillo-Ejército-Pueblo de Ceresole ya se
convirtió en ley de la República Bolivariana.
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Artículo publicado originalmente en el semanario Zeta |