Ingrid
Betancourt se debate entre la libertad y la muerte. Dicen
las más diversas fuentes que está muriéndose. Su estado de
salud se habría deteriorado en los últimos meses, en los
cuales la secuestrada más famosa de los cientos que existen
en Colombia, habría decidido no colaborar con sus captores.
El comité de apoyo a la cusa de Ingrid Betancourt, sin
identificar sus fuentes, aseguró el martes que la
secuestrada estaba en huelga de hambre desde mediados del
mes de marzo. Su estado de salud sería precario. El gobierno
francés se hizo eco de esta versión. La senadora Piedad
Córdoba, quien continuaría actuando como agente del gobierno
venezolano en sus enlaces con las Farc, afirmó el miércoles
en Bogotá que había recibido llamadas que le aseguraban que
Betancourt estaba gravemente enferma.
Quien resumió el estado actual de Betancourt fue el gobierno
colombiano. El presidente Alvaro Uribe afirmó que Colombia
estaba enfocando el tema bajo la premisa de que la vida de
Betancourt está en peligro dado su estado de salud. En
consecuencia, Uribe hizo público su compromiso con Francia
para ejecutar una misión humanitaria que proporcione ayuda
médica a los secuestrados. Por su parte, Nicolas Sarkozy
hizo un giro radical sobre cómo Francia visualiza el tema
Betancourt. En un mensaje televisado, el francés afirmó que
la muerte de Betancourt estando secuestrada, sería
responsabilidad única de Manuel Marulanda y las Farc. El
grueso pronunciamiento de Sarkozy fue rápidamente apoyado
por el brasileño Lula da Silva, dando muestras de la
creciente relación política entre ambos gobiernos.
Farc cierra la puerta
La Operación Fénix con la cual Colombia liquidó a Raúl Reyes
y a una veintena de quienes acompañaban al jefe guerrillero,
cerró a juicio de las Farc la posibilidad de diálogos sobre
el tema de la liberación de secuestrados. Iván Márquez,
quien ya actuaba como vocero alterno de las Farc antes de la
muerte de Reyes, dejó saber que por órdenes de Manuel
Marulanda las negociaciones estaban cerradas. La posición de
Márquez fue emitida en un comunicado fechado en “las
montañas de Colombia” el 20 de marzo, dado a conocer una
semana después por la Agencia Bolivariana de Prensa. El
anuncio de Márquez se correspondía con el pronunciamiento
hecho por las Farc en cuanto a que la liberación de tres
políticos en febrero pasado, puso fin a la entrega
“unilateral” de secuestrados vía Hugo Chávez. Pese a este
corte de cuentas de las Farc, todo indica que con Reyes aún
vivo, se adelantaban varias iniciativas de negociación para
obtener la libertad de Betancourt. En todas ellas estaba
metida la mano francesa. Hasta el presidente ecuatoriano,
Rafael Correa, habría procurado ser quien finalmente lograra
“liberar” a Betancourt, quitándole el mérito a su socio
Chávez.
Operaciones francesas
La actual no es la primera operación que Francia implementa
para obtener la liberación de su súbdita Betancourt. En los
últimos cinco años, la cancillería francesa ha mantenido
varias rondas de conversaciones con las Farc, algunas con el
pleno conocimiento de Bogotá, otras expresamente a sus
espaldas. Tanto en el 2004 como en el 2007, la clave de los
contactos franceses con las Farc fue Ecuador. La logística
para los encuentros entre emisarios franceses y Raúl Reyes
(en ambos casos) fue definida por las Farc, y contemplaba
reuniones en el sur colombiano o en el norte ecuatoriano.
En abril del 2004, Francia ejecutó una operación cuya
naturaleza aún es confusa. Un avión C-130 francés fue
desplazado hasta Manaos, la capital de estado brasileño de
Amazonas, con personal militar y paramédico. La misión de
este equipo era permanecer en la población amazónica en
espera de instrucciones para movilizar a Ingrid Betancourt
hasta Francia. La operación no había sido notificada por
París a Brasil lo que valió un choque de ambos gobiernos, ya
que policías brasileños descubrieron la irregular presencia
de la misión militar francesa en su territorio.
Según las Farc, la operación del 2004 fue abortada por una
acción de contrainteligencia del gobierno de Uribe. Según
Colombia, las Farc no pensaban realmente entregar a
Betancourt.
A finales de marzo, casi cuatro años después, muerto Reyes,
con las Farc públicamente rechazando nuevas negociaciones,
la prensa francesa divulgó una nueva operación francesa. El
gobierno Sarkozy posicionó en la Guyana Francesa un
avión-hospital, con previsiones para un inminente viaje a
Colombia a finales de la semana pasada. La filtración de la
noticia renovó la expectativa internacional sobre la pronta
liberación de Betancourt, en medio de fuertes rumores sobre
su posible fallecimiento. Si bien el Falcon 900 abandonó
Cayena dos días después de haber llegado y regresó a Europa,
quedó en claro que algo estaba ocurriendo. Los franceses
estaban moviéndose y mantenían esperanzas de una pronta
liberación de Betancourt. Con los días se ha podido saber
que Francia, junto a España y Suiza reactivaron sus puentes
con las Farc y han estado negociando que la guerrilla
permita que los secuestrados sean atendidos por una comisión
médica internacional. El asunto de la liberación parece que
quedó en un segundo plano ante la gravedad de Betancourt.
Uribe se quitó la chapa
La familia de Ingrid Betancourt han ganado amplio espacio
mediático internacional y pareciera que cada uno de ellos ha
optado por conducir su propia forma de procurar la
liberación. Tanto la madre, como su ex marido francés y su
actual esposo, además de un cuñado con alto cargo en la
cancillería francesa, no han perdido oportunidad para atacar
al gobierno Uribe. Hasta ahora, para la familia de
Betancourt el responsable de la situación de la secuestrada
es el gobierno de Uribe y no las Farc. No pocos analistas
han calificado esta posición como una demostración extrema
de “síndrome de Estocolmo”. Siguiendo la posición de los
familiares, la suerte de Betancourt hasta esta semana, era
vista por alguna prensa internacional como una
responsabilidad de Uribe. Esta visión, de interés en la
campaña internacional de las Farc, contó con unos promotores
de excepción en los parientes de la secuestrada.
El pronunciamiento de Sarkozy, responsabilizando a las Farc
de la vida de Betancourt, cambió las cosas. Uribe ha
accedido a paralizar las operaciones militares en la zona
que Francia lo indique, para garantizar la seguridad de los
emisarios médicos que viajan procurando salvarle la vida a
Ingrid Betancourt aunque, al parecer, no para devolverla a
la libertad.
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Artículo publicado originalmente en el semanario Zeta |