Las
cumbres presidenciales del Mercosur ya no son lo que solían
ser. En sus primeros años, estas reuniones semestrales se
concentraban en las deliberaciones a nivel de los
mandatarios sobre los puntos cotidianos del mecanismo de
integración económica que estaban construyendo. La XXXI
Cumbre, realizada esta semana en Río de Janeiro demostró que
estas reuniones están tornándose una nueva versión de las
innumerables reuniones cumbres que se aglomeran en las
agendas presidenciales suramericanas.
En medios diplomáticos ha sido muy criticado el manejo dado
por Lula da Silva (anfitrión y presidente de la Reunión) a
la confrontación entre Evo Morales y Alvaro Uribe, en la
cual Hugo Chávez se involucró para justificar y defender a
su aliado boliviano. Tanto Morales como Uribe no son
miembros del Mercosur. Su presencia era en calidad de
invitados, por lo cual la conducta de Morales de atacar a
Uribe opinando sobre temas internos colombianos, debió -a
juicio de algunos presentes- ser atajada por Lula en su
condición de moderador del debate.
La intromisión de Chávez en el cruce de palabras de Morales
y Uribe, fue vista desde dos perspectivas. La primera como
una señal de un próximo y no tan lejano choque entre los
gobiernos de Venezuela y Colombia, que pondría fin a la
actual luna de miel entre Caracas y Bogotá. La segunda
perspectiva y que ha originado innumerables comentarios en
el mundo diplomático regional, tiene que ver con el rol de
paterno protector que Chávez asume de Evo Morales,
haciéndole un flaco favor al presidente boliviano quien ya,
antes de la reunión de Río, es visto como una pieza débil en
el conflictivo cuadro político de su país.
Evo Morales decidido a mostrarse como un líder internacional
con amplios conocimientos de los restantes países, para lo
cual optó con intentar explicarle al auditorio los temas de
déficit fiscal y comercial de Colombia. La ligereza de
Morales, la esperable respuesta de Uribe y el gesto de
salvavidas de Chávez completaron el rocambolesco estilo que
está adquiriendo el Mercosur.
Libertad económica
Esta semana entró en circulación la edición 2007 de un
informe que comienza a ser de obligatoria lectura para
analistas políticos y económicos a nivel mundial. Por
decimotercero año, la Fundación Heritage (asociada con el
Partido Republicano de EEUU) junto con The Wall Street
Journal, difundieron su Índice de Libertad Económica ILE,
esta vez con modificaciones metodológicas que facilitan su
lectura.
El Indice de la FH busca medir el grado de libertad
económica que existe en una larga lista de países. En la
elaboración del ILE toman en consideración mas de cincuenta
variables asociadas a la libertad de hacer negocios,
transparencia política, corrupción, política hacia los
inversionistas, etc. Este año la FH da cuenta de la
situación en 157 países, generando un reporte para cada uno
de ellos y comparándolos entre sí para generar el ranking
mundial de libertad económica, el cual ya es citado en los
perfiles económicos de cualquier país como parte de la
información usual.
En su informe del año 2006, la FH llamó la atención sobre el
caso Venezuela, ya que era el país que mostraba el mayor
deterioro en su Indice de Libertad Económica, desde que este
indicador comenzó a ser elaborado. Los analistas de la FH
comentaban que “Está demostrado que su Presidente, Hugo
Chávez, no comprende claramente la necesidad apremiante de
libertad económica que su país debió afrontar durante mucho
tiempo. Nigeria ocupa el segundo lugar en la lista…”
El informe de este año reitera la tendencia reactiva del
gobierno venezolano contra la libertad económica. El ILC de
Venezuela subió algunas décimas en razón del cambio
metodológico para su cálculo. Pero la posición de Venezuela
en el contexto mundial sigue deteriorándose. En el ranking
mundial aparece en uno de los últimos puestos, y sólo países
como Cuba, Corea del Norte, Chad o Bielorrusia presentan
peores situaciones que la venezolana. El líder mundial del
ILE es Hong Kong con 89,3%.
De acuerdo con el ILE, Venezuela tiene un nivel de 47,7 por
ciento de libertad económica, muy por debajo del promedio
mundial de 60,6%. En tanto los países del vecindario
muestran niveles muy superiores al venezolano: Chile está en
la cumbre con 78,3%, Trinidad y Tobago con 71%, Uruguay con
69%.
Al detallarse la situación de Venezuela, la FH comenta datos
que explican el bajo ILE. Conseguir todos los permisos para
iniciar una empresa en Venezuela puede tardar hasta 141
días, cuando el promedio mundial es de 44. Regulaciones
complicadas, muchas veces contradictorias y sujetas a
interpretaciones, dificultan el establecimiento de nuevas
empresas. Por otra parte, la FH señala que los derechos de
propiedad en Venezuela no están débilmente protegidos,
agregando que los tribunales están abiertamente
influenciados por el Ejecutivo. En el ítem de “corrupción”,
el ILE toma en cuenta el informe de Transparencia
Internacional que colocó a Venezuela en el puesto número 13
en la lista de los países más corruptos del mundo. Sobre la
posibilidad de invertir en Venezuela, el ILE reporta las
dificultades legales para hacerlo en determinados sectores.
Igualmente informa que las expropiaciones son asunto usual
en estos días.
En suma. Los analistas de la FH están presentando en su ILE
los números que reflejan la orientación política y económica
del actual gobierno venezolano. Probablemente el informe de
la FH del año 2008 mostrará una nueva caída en el ILE de
Venezuela, como consecuencia de las recientes medidas de
estatización de empresas.
BOCADILLOS
El pasado jueves aconteció en Caracas un evento
culturalmente importante y políticamente curioso. Se trató
de la presentación de la biografía de Gustavo Machado,
magníficamente escrita por Manuel Felipe Sierra como parte
de la Biblioteca Biográfica Venezolana. La concurrencia fue
masiva, y no dejaba de llamar la atención que en un acto de
memoria de un comunista, estuvieran presentes tantos anti-comunistas.
En cambio, brillaban por su ausencia los comunistas
seguidores del actual gobierno. La inevitable interrogante
contra-factual de “con quién estaría Machado si estuviera
vivo” fue asomada tanto por Sierra como por Pompeyo Márquez,
quien sirvió de presentador de la obra. Ambos coincidieron
en que Machado en estos días estaría en la línea de
preservar la existencia del Partido Comunista.
A pocas horas de la llegada de
Chávez a Río de Janeiro, Lula recibió em Brasilia al
presidente mundial del grupo Telefónica, Cesar Alierta.
Chávez reiteró la estatización de empresas en Venezuela,
mientras Telefónica le anunció a Lula su decisión de
invertir 5.000 millones de euros en Brasil
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Artículo publicado originalmente en el diario El
Nuevo País |