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La alianza Irán-Venezuela
por Edgar C. Otálvora
martes, 16 enero 2007
 


Desde que tomó posesión del cargo por tercera vez, el día 10 de enero, Hugo Chávez ha pasado sólo pocas horas en territorio venezolano.

Mientras los mandatarios invitados a la toma de posesión de Daniel Ortega permanecieron unas pocas horas en Nicaragua, Chávez se tomó dos días. Luego viajó a Caracas, para un discurso ante la Asamblea Nacional y para recibir la visita de su aliado, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Luego viajó a Ecuador, llegando con un día de anticipación a la ceremonia oficial de asunción de su nuevo aliado ecuatoriano, para adelantar dos días de frenética actividad proselitista en ese país. Y para completar la semana, Chávez deberá ir a Río de Janeiro, donde aparte de su presencia en la cumbre semestral de Mercosur (razón oficial del viaje), adelantará una extensa agenda política.

Debe resaltarse que el propio Ahmadinejad realizó un periplo por Nicaragua (ocho horas) y Ecuador, en cuya organización y ejecución se sintió la mano de Chávez como facilitador y estimulador del acercamiento entre el gobierno iraní y los nuevos gobiernos izquierdistas de Ortega y Correa.

La confirmación de la nueva influencia de Chávez en Nicaragua y Ecuador es ciertamente un tema noticioso, pero la visita a Caracas por unas cuantas horas, del presidente de Irán, es quizás el más relevante y peligroso ingrediente que la diplomacia bolivariana ha incorporado a la agenda política internacional de Venezuela.

Se trata de la tercera reunión Chávez-Ahmadinejad desde que éste asumió la Presidencia de su país. El estrechamiento de las relaciones Irán-Venezuela que tradicionalmente se concentraban en el tema petrolero, ha coincidido con la presencia de Ahmadinejad al frente del gobierno, período en el cual han ganado terreno las posiciones más radicales en la política iraní. La grandeza de Irán, de acuerdo con los actuales dirigentes, pasaría por la transformación de ese país en una potencia regional, en términos económicos y militares, que guíe la política del medio oriente e influya en la mundial. Cosa parecida a la que se propone Chávez. La producción de armamentos nucleares, la promoción financiera de movimientos anti-EEUU y anti-judios y, los abiertos preparativos para una confrontación directa contra Israel, forman parte de los asuntos en los cuales está ocupado el presidente Ahmadinejad.

Por motivos que aún desconocidos Chávez prefirió mantenerse temporalmente lejos de Corea del Norte, el otro país que en estos días amenaza al mundo con sus deseos de demostrar poderío nuclear. Pero en el caso de Irán, Chávez ha pactado una alianza que va más allá del ensamblaje de carros, tractores o bicicletas “made in Irán” en territorio venezolano. Amarrar amistades justifica un viaje desde Teherán hasta Caracas, pero con toda seguridad en las reuniones presidenciales privadas, el tema estratégico y militar debió dominar la agenda. Irán está en camino de una guerra y Ahmadinejad vino a hablar con Chávez para acordarse en líneas de acción ante EEUU, su enemigo común.

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  Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País


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