La
visita de George W. Bush a cinco países del vecindario es -
sin duda -, la noticia de la semana. Y su estadía en Brasil
es -tampoco queda duda- el momento estelar del periplo. Y la
palabra mágica fue ETANOL: el proyecto con el que Brasil y
EEUU pretenden soldar sus relaciones.
La foto le dio la vuelta al mundo en pocos minutos,
convirtiéndose en el símbolo de la reunión entre Lula y Bush.
Fue tomada el viernes en las instalaciones de Petrobras en
Guarulhos y muestra a los dos mandatarios vestidos
informales. Lula lleva una chaqueta con el escudo de Brasil.
Bush en manga de camisa. La mano izquierda de Lula (a la
cual falta un dedo en recuerdo de su pasado laboral)
reposando en el vientre de Bush. Los ojos entrecerrados del
brasileño ligeramente de menor estatura que Bush y la mano
de éste rumbo a los hombros de Lula. La foto trasmitió la
sensación de un fraterno abrazo con pinceladas de hasta
ternura. Esta foto traerá cola en la historia de las
relaciones EEUU-Brasil…
La primera plana del diario de la capital brasileña, el
Correio Braziliense, periódico poco dado a tratar temas de
política internacional, tituló ayer “Amigos, amigos...”.
Agregando que Bush y Lula “dejaron que las afinidades
personales hablen más alto que las divergencias
ideológicas”.
Otros diarios decidieron, en cambio, resaltar el sentido
operativo de esa amistad presidencial, mostrando a los
presidentes juntos, saludando al público, con Bush dejando
reposar su mano izquierda en la espalda de Lula y ambos con
sus respectivos cascos de seguridad con el logo de
Petrobrás. Es decir, el viernes pasado el presidente de EEUU
se paseaba por Brasil llevando un casco de Petrobrás, la
empresa que actualmente desarrolla proyectos gasíferos y
petroleros en Venezuela. Guau!!!!. Esta foto fue la
seleccionada para aparecer en la primera plana de ayer de
tres importantes medios: el paulista O Globo, el Correio
Braziliense de Brasilia y El Nuevo País de Caracas.
Antes de la llegada de Bush, Lula afirmó que el “tema
Chávez” no formaría parte del temario con su visitante.
Comentario que fue objeto de alabanzas por Chávez en una de
sus alocuciones de media semana. Pero la realidad parece
haber sido otra. El diario Folha de São Paulo, uno de los
más importantes de Brasil, informó ayer que el “tema Chávez”
si fue tratado en la conversación privada entre Lula y Bush.
Se trataría de uno de los asuntos a los cuales el brasileño
se refería cuando, en la rueda de prensa conjunta, habló de
temas que no podía mencionar en público.
Bush ya no sólo habló de libre comercio al referirse a
Latinoamérica. En lo que parece constituir un cambio de
enfoque de Washington hacia el “clima izquierdista” en el
continente, la gira fue el lanzamiento de otra perspectiva
de las relaciones con la región. EEUU estaría retomando
elementos de cooperación que habían ido desapareciendo desde
que el antiestatismo extremo se puso de moda en tiempos de
Ronald Reagan. Ayuda para el desarrollo, programas de
cooperación educativa, becas para que estudiantes
latinoamericanos estudien en EEUU, fueron asomados por Bush.
Esta línea de política hacia la región se aproxima en mucho
a la que voceros demócratas sensibles al tema
latinoamericano han venido reclamando desde el Congreso de
EEUU.
Quizás sea temprano para evaluarlo, pero Washington está
asomando una nueva estrategia política hacia el continente,
en la cual pueden coincidir los dos grandes partidos
estadounidenses. Este hecho, como ocurrió en el pasado con
el Plan Colombia, le podría garantizar continuidad en el
tiempo, independientemente de los resultados de las
elecciones presidenciales del 2008.
La decisión de Bush de presentarse en tierras sureñas, y más
específicamente en Brasil, hizo que Hugo Chávez improvisara
su propia gira, la cual tuvo como epicentro el mitin anti
Bush del viernes pasado. La intervención de Chávez duró dos
horas y fue transmitido obligatoriamente por todas las
radios y televisoras en Venezuela. Según reportaba esa noche
la página web Urgente-24 de Buenos Aires, el mitin no fue
transmitido por ninguno de los canales importantes de
Argentina, ni siquiera por el canal oficial.
A mediados de semana, se daba como un hecho que Néstor
Kirchner, Evo Morales y Rafael Correa acompañarían a Hugo
Chávez en su mitin anti-Bush. La primera deserción fue la de
Kirchner quien dejó saber a los medios diplomáticos
asentados en Buenos Aires, que la presencia de Chávez era
una atención para un aliado económico de Argentina, pero que
no se trataba de una reacción del gobierno argentino contra
EEUU. Dialéctica difícil de entender en Washington. La
organización del mitin que originalmente había sido asumida
por la secretaría de la Presidencia argentina, finalmente
fue trasladada a las “Madres de la Plaza de Mayo”, con lo
cual buscaban tardíamente distanciar la imagen de Kirchner
de la protesta anti-Bush.
La más curiosa de las declaraciones sobre la gira Bush fue
dada por el Vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera:
“Me parece una buena señal que el presidente Bush se
preocupe más del sur y esté más cerca del continente”,
agregando que la gira debería servir “para dar un giro de
timón y reconducir un mejor acercamiento de EEUU con
Latinoamérica”. De esta forma Bolivia se bajó del carro de
la protesta anti-Bush.
Llamó la atención el tratamiento que la agencia oficial de
noticias brasileña (Agência Brasil) le diera a la visita de
Bush. La página de esa agencia en la Internet ofrecía
algunas pocas fotos de Bush y, dos o tres fotos de Lula con
su huésped. En cambio, ofrecía decenas de fotos con las
protestas callejeras escenificadas en las calles de São
Paulo.
Las imágenes de Chávez en el mitin de Buenos Aires, salvo en
la prensa venezolana y en la argentina, sólo habría figurado
ayer en la primera plana de un periódico importante del
continente: el cubano Granma.
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Artículo publicado originalmente en el diario El
Nuevo País |