Los cables internacionales se encargan de mantener informados a los venezolanos sobre el destino de los recursos presupuestarios de la Nación. A lo largo de la semana se supo que Venezuela está pagando la construcción de mercados en Oruro (Bolivia) y que financia el funcionamiento de los componentes militares bolivianos. Venezuela se apresta nuevamente a servir de fiador para que Argentina venda bonos y Kirchner pague sus deudas. Desde Bielorrusia se supo que Venezuela le prestará dinero al gobierno de ese país, para que éste a su vez le pague deudas a Rusia. Bielorrusia es el nuevo proveedor de armamento seleccionado por Hugo Chávez. Y desde Guyana se supo que Venezuela mandará dólares para financiar un asilo para indigentes de ese vecino país.
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Sobre la nueva operación de endeudamiento (venta de bonos) que adelantará Venezuela en llave con Argentina, el ministro de Finanzas Rodrigo Cabezas, ofreció sus explicaciones. Sobre el anunció de préstamo a la lejana Bielorrusia, Cabezas dijo a la agencia AP, que su despacho no lleva el caso y que estaría en manos de la Cancillería.
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Mientras la Cancillería se ocupa de prestar dinero a Bielorrusia, las relaciones con Colombia están prácticamente en manos del Superintendente Nacional Aduanero y Tributario, José Vielma Mora. En su doble condición de jefe del Seniat y presidente de la Comisión Presidencial de Integración y Asuntos Fronterizos (Copiaf), Vielma se ha convertido en el operador de las relaciones fronterizas con el país vecino. Hace algunos meses, Vielma procedió a cerrar el paso de camiones colombianos desde Cúcuta hasta el departamento llanero de Arauca. Luego la reabrió por razones "humanitarias".
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Esta semana Vielma Mora estuvo especialmente activo ante Colombia. Las autoridades de Cúcuta decidieron cobrar peaje a los medios de transporte que entren y salgan de su jurisdicción, lo cual ha molestado a transportistas por el monto y por las colas para el pago. Lo que es una medida impositiva local, fue elevada por Venezuela a la condición de un conflicto diplomático bilateral. Vielma amenazó a Colombia con dejar de venderles gasolina, y pechar los productos colombianos. En otras palabras, Vielma actuando como negociador plenipotenciario ante Colombia, está a punto de acabar con los acuerdos comerciales aún vigentes entre los dos países.
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En el gobierno colombiano, especialmente por los lados del Ministerio de Relaciones Exteriores, están preocupados por el envío a Bogotá de William Brownfield como el nuevo Embajador de EEUU, tras finalizar su misión al frente de la Embajada gringa en Venezuela. Brownfield realizó sus obligatorias comparecencias en el Congreso de su país durante el pasado mes de junio y está por desembarcar en la capital colombiana. Diplomáticos bogotanos temen que Brownfield se pueda convertir en un elemento más de los que usualmente perturban la dinámica entre Hugo Chávez y Alvaro Uribe. Se teme en Bogotá que Brownfield desde el otro lado de la frontera, continúe opinando sobre la política interna venezolana. Se trata de simples temores de diplomáticos en todo caso, ya que por los lados de la Presidencia de Colombia sienten que, por el contrario, con Brownfield está llegando como Embajador un importante aliado.
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Lo que si es cierto es que Brownfield asumió desde ya la defensa del Plan Colombia y expuso la necesidad de incrementar la cantidad de ayuda a Colombia. Cuando a finales de junio compareció ante el Comité de Política Exterior del Senado, le tocó confrontar la posición de los parlamentarios demócratas quienes están en la onda de reducir los envíos de ayuda al gobierno Uribe. Brownfield calificó al Plan Colombia como "exitoso" y se quejó de las posibles reducciones presupuestarias que los demócratas se proponen incluir en el presupuesto 2007-2008. El ex embajador de EEUU en Caracas no perdió oportunidad para alabar al gobierno de Alvaro Uribe: "Puedo asegurarle que hoy Colombia es un país diferente de lo que fue en 1999". "La seguridad en las calles es mucho mejor, la economía está en un boom, el desempleo está decreciendo, se están creando empleos, la seguridad incluso en el campo ha mejorado".
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Brownfield al hablar ante el Senado en Washington, retrató la posición favorable de la Casa Blanca ante el gobierno de Uribe. Pese a los escándalos políticos sobre los vínculos de políticos uribistas con las Autodefensas de Colombia, el gobierno Bush mantiene la línea de no abandonar a su aliado en Bogotá. Esta misma semana, el vocero del Departamento de Estado de EEUU, Tom Casey, en relación a la infiltración de los paramilitares en las fuerzas militares, afirmó que "Creemos que su administración se ha movido eficazmente para tratar el problema y se ve reflejado en las acciones en el sistema judicial colombiano". Uribe sigue teniendo en la Casa Blanca a su principal socio en el combate a la guerrilla y Brownfield, el embajador que se hizo famoso en Caracas por su afición al baseball, va a Bogotá para reiterar que el gobierno de EEUU no pretende abandonar a Colombia.
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Uno de los temas que recientemente se han prestado para la especulación de los analistas militares y políticos regionales, es la suerte de la Base de Manta en Ecuador. Esta semana el gobierno ecuatoriano dijo, una vez más, que no renovará el acuerdo que vence en el 2009, y que permite la presencia y operación de tropas y equipos militares de EEUU en territorio ecuatoriano. Estudios realizados por analistas de temas fronterizos del gobierno venezolano concluyen que la ausencia de Manta entre las opciones operativas de EEUU abrirá un boquete en el esquema de patrullaje continental creado por el Comando Sur.
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Una semana atrás, durante una visita a Washington, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, desmintió ante la prensa que Colombia hubiese ofrecido a EEUU las facilidades para albergar a las actuales unidades presentes en la Base de Manta en Ecuador. Según Santos, tampoco EEUU lo había solicitado. Poco después, el ex vicepresidente ejecutivo venezolano, José Vicente Rangel, usual polemista de Santos, informó que Colombia pretendía entregar a EEUU una sección de la fronteriza zona del Catatumbo, para la instalación de una base militar. Lo de Rangel quedó como una información sin mucho peso, ya que un territorio conflictivo, minado por guerrilla y paramilitares y en las proximidades de un potencial teatro de guerra como lo es Venezuela, no reúne las condiciones para una base de apoyo estratégico para las operaciones de EEUU en el hemisferio.
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Quizás no sea en la región fronteriza del Catatumbo, en los linderos con el estado Zulia. Pero ciertamente que una de las opciones que EEUU estaría manejando para reemplazar el emplazamiento militar en Ecuador, sería una base aérea colombiana situada en los llanos orientales de Colombia. Es decir, en la fachada llanera de la frontera con Venezuela. De hecho, como parte de la ayuda militar a Colombia, EEUU ha dotado de sensible sistemas de radar a esa base aérea.

*	Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País