Las versiones que publicáramos en nuestro Informe del pasado domingo, según las cuales durante el encuentro presidencial entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe se había tratado el tema del Golfo de Venezuela fueron confirmadas por el propio Presidente venezolano en su programa Aló Presidente. De hecho, El Nuevo País lo había informado desde su edición del sábado, cuando en la primera plana la leyenda de una foto de Chávez y Uribe fue titulada como “Hasta del Golfo hablaron”.

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La CONEG, la comisión negociadora de asuntos pendientes en materia de límites entre los dos países, ha estado avanzando en los últimos meses en el tratamiento del espinoso asunto de la delimitación de áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela. La comisión que fue creada por Carlos Andrés Pérez y Virgilio Braco en 1990, actualmente es presidida por el magnate de la construcción colombiana Pedro Gómez Barrero y por el embajador del gobierno venezolano en Colombia, Pavel Rondón.

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Las informaciones que circulan tanto en Bogotá como en Caracas indican que la CONEG habría alcanzado definir por lo menos dos hipótesis delimitadoras en el Golfo. Una de ellas llevaría como nombre la “línea Pedro Gómez” y la otra, la respaldada por el actual gobierno venezolano, carece de paternidad expresa.

Las comisiones no habrían alcanzado a definir una tercera opción de resolución que congenie las aspiraciones territoriales de los dos países. Este hecho habría apurado a que los comisionados desearan colocar en manos de Uribe y Chávez las conclusiones de sus trabajos. El juego a nivel de los negociadores estaría trancado y correspondería a los presidentes definir nuevas opciones para aproximarse al tema

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Un asunto que debe aclararse cada vez que se trata el tema: Si bien la exaltación nacionalista suele recurrir a la consigna de “Todo el Golfo es de Venezuela”, en realidad lo que los expertos llaman el “modus vivendi” en el Golfo, establece que Colombia ejerce soberanía sobre una estrecha franja de mar frente a las costas de la Guajira colombiana. En esa franja, las naves de guerra colombianas transitan sin que Venezuela sienta lesionada su soberanía.

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El quid de las deliberaciones entre los dos países es llegar a un acuerdo sobre el ancho de esa franja. La posición venezolana es arrimar la línea fronteriza hacia tierra firme en La Guajira. La posición colombiana es expandir la franja hasta donde sea posible hacia el centro del Golfo.

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Según diplomáticos colombianos, fue el presidente Chávez quien mostró especial interés por incluir el asunto del Golfo en la agenda privada de la reunión de Hatogrande del viernes pasado. En Bogotá tienen dudas acerca de que Chávez esté en condiciones para enfrentar el posible precio político de hacer público un acuerdo delimitador, el cual con seguridad no complacerá a sectores radicales en materia de límites con Colombia, de los cuales muchos procedes o hacen vida en las instituciones militares.

*	Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País