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La unión que será 
por Eli Bravo  
viernes, 15 febrero 2008


La velocidad del cambio poblacional en los Estados Unidos amenaza con dejar en el andén a quienes añoran un futuro arraigado en los ideales del pasado. Para el año 2050, según el Centro Hispano Pew, el número de habitantes pasará de los 296 millones registrados en 2005 a un total 438 millones, donde los blancos no hispanos serán el 47% mientras que los hispanos llegarán a ser el 29%, pero además, el 19% será inmigrante, es decir, uno de cada cinco estadounidenses. Este salto será producto de 67 millones de seres humanos que cruzarán la frontera y los 50 millones de hijos y nietos que tendrán.

Ser All American pasará a significar otra cosa.

Las cifras pueden ser argumento para cerrar las fronteras y detener la mutación del país. Esto sería un error, y una pérdida de tiempo. Incluso en un escenario de bajas tasas de inmigración, bien sea por legislaciones más restrictivas o muros más elevados, la población hispana seguirá creciendo hasta ser al menos el 26% y la razón es muy sencilla: hay mas gente del lado de afuera y la tentación (o necesidad) de cruzar la línea es muy grande.

Pero siempre hay juego en los números. El informe asume que los nietos de inmigrantes hispanos, la tercera generación, se identificarán como hispanos y quizás no sea así. Si bien los indios precolombinos no sabían de fronteras y desde la fundación de San Agustín a mediados del siglo XVI han vivido en estas tierras gente de herencia española, no fue sino hasta 1980 que el término hispanic fue acuñado para efectos del Censo. Hispano engloba muchas cosas, fundamentalmente un origen en España o América Latina, y una tradición cultural. ¿Entenderemos lo hispano en el 2050 de la misma forma que ahora? Muy probablemente no.

La dinámica global y el refinamiento de medios de comunicación y transporte harán que esta marejada humana, diversa y rica en cultura, siga definiendo su identidad como grupo, y a la vez, defina al mismo país. En un proceso múltiple de asimilación, adaptación y fecundación, Estados Unidos irá mutando de la misma manera que lo ha hecho en el pasado: definiéndose como nación en la medida que cambia su gente.

En la medida que esta riqueza pueda ser gerenciada en función del progreso y la justicia el país evolucionará. En caso contrario intentará huir a contracorriente de un fenómeno que es mucho más fuerte que todo discurso político, prejuicio étnico o sueño de pureza.

ebravo@unionradio.com.ve 

 
 

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