He
aquí una campaña que la diplomacia venezolana, siempre
presta a “desfacer entuertos” con ínfulas quijotescas,
podría ganar en beneficio del país y su propia imagen:
recuperar la réplica de la espada de Bolívar que en 2004
Hugo Chávez entregó a Robert Mugabe. En aquel momento el
presidente venezolano alabó a su homólogo de Zimbabwe como
un campeón de la lucha anticolonialista y la defensa de
los pobres. Ya sabemos que Chávez es impulsivo y regalón,
pero quizás ante los hechos recientes en el país africano,
la Casa Amarilla (¿o debería decir Rojita?) podría
convencer al presidente de emprender una épica campaña
para rescatar la gloria de Bolívar de las manos de un
hombre fracasado.
Mugabe tiene 28 años en el
poder y los últimos han sido un desastre. Tras expropiar
tierras productivas a granjeros blancos para entregarlas a
campesinos negros sin capacidad de sembrarlas y reformar
la constitución a su antojo, las cifras son aterradoras:
80% de desempleo, más de un millón por ciento de
inflación, devaluación del 84% en el último mes, y un
tercio de la población alimentándose gracias a las
agencias internacionales. Dos litros de aceite cuestan el
equivalente a un mes de salario promedio y un pan que en
Mayo costaba 15 millones de dólares zimbabwenses ahora se
vende por 600 millones. Según el gobierno, todo esto es
culpa de Occidente.
En Mayo pasado Mugabe perdió
las elecciones ante el líder opositor Morgan Tsvangerai,
pero eso no fue problema: tras manipular y dilatar los
resultados, acordó una segunda vuelta para el 27 de Junio
y mientras tanto expulsa periodistas extranjeros, prohíbe
a las agencias humanitarias la entrega de alimentos y
encarcela por unas cuantas horas a Tsvangerai tras un
mitin político “no autorizado”
Ante semejante desastre, y en
honor al reverenciado Libertador, sería una buena idea que
el canciller Nicolás Maduro haga un viajecito a Harare
para decirle a Mugabe “lo siento campeón, pero esta espada
te queda grande”.
Aunque pensándolo bien, podría
ser una imprudencia. Existe gente mal intencionada que
podría presentarse en Miraflores con el mismo argumento y
despojar al presidente de toda su memorabilia bolivariana.
Claro que Chávez no es Mugabe...aunque todos venimos de
Africa.
ebravo@unionradio.com.ve